EL MUNDO › COMO LOS PACIFISTAS TEJEN EN RED SUS ACCIONES DE RESISTENCIA
El nacimiento de la e-movilización
Si Internet sirve para entrar en el ejército norteamericano, también es cada vez más usada para armar una protesta en dos horas.
Estados Unidos tiene más soldados, más bombas, más tanques, más aviones, más barcos, pero la primera acción sobre Irak fue el envío de un e-mail a los mandos militares iraquíes para que se rebelaran o se rindieran. Estados Unidos tiene más computadoras, más GPS, más bombas de microondas, pero siente que su punto débil es su propia red electrónica. En febrero, el gobierno norteamericano remitió al Congreso su informe sobre la Seguridad Nacional en el Ciberespacio. “En el último siglo –dice–, el aislacionismo geográfico ayudó a Estados Unidos a eludir cualquier invasión física. En el ciberespacio las fronteras nacionales tienen poco significado. Las vulnerabilidades del ciberespacio están abiertas a cualquiera y en cualquier lugar con suficiente capacidad para explotarlas.”
Para la guerra y para la paz. Los grupos contra la globalización liberal son los que mejor aprovechan otro concepto de globalización. Si la red sirve para alistarse al ejército norteamericano, también podría servir para alistarse a una manifestación. Sólo porque existen estas herramientas se entiende que pocas horas después del inicio de la guerra, universitarios barceloneses se concentraran en determinadas calles o que vecinos de San Francisco colapsaran cruces de su ciudad. Páginas contra la guerra de todo el mundo coordinan sus acciones, sus boicots, sus cartas de protesta a sus respectivos gobiernos. Las listas de correo convierten en personal y secreta las citas y los lugares de las protestas, que con la ayuda de teléfonos móviles y los SMS dan una agilidad nunca vista hasta el momento. Es la e-movilización.
Si los tanques van rápidos, aún lo son más los manifestantes. Armados con teléfonos e Internet, los movimientos contra la guerra se mueven con unos reflejos y una efectividad desconocida hasta ahora.
En San Francisco se organizaron centenares de minimanifestaciones que volvieron loca a la policía, imposibilitada de acudir a tantos sitios a la vez. Detuvieron a unas 1500 personas. No problem. “Act against war” organiza seminarios sobre cómo dialogar con la policía. Si te arrestan, hay otro seminario sobre asistencia carcelaria.
Pero no es sólo San Francisco. En Barcelona, cientos de estudiantes se despertaron el jueves de la semana pasada con una mensaje en su móvil: la guerra había estallado y había que concentrarse en tal sitio y a tal hora. La ciudad y sus accesos colapsaron.
Internet y el teléfono móvil son un arma inmejorable para unas organizaciones formadas por voluntarios que roban horas de su tiempo profesional o familiar. En “Liberinfo” piden refuerzos para el campamento montado en Barcelona junto a la delegación del gobierno. No es necesario que pernocten, advierten; basta que monten vigilancia un rato para que los acampados se vayan a cumplir con sus obligaciones más urgentes.
La coordinación se produce también entre los mismos movimientos antiguerra, con calendarios conjuntos de actividades. Y aparte de los frentes electoral y económico, se atiende al legal, con denuncias a gobernantes o policías que se extralimitan. “Act Against War” prepara una querella contra la ciudad de San Francisco por la detención de 1500 manifestantes. Además da instrucciones a los detenidos. “Si no te han grabado en video, la policía tiene que probar que estabas cortando el tráfico, y no en la acera.”