El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ratificó junto al primer ministro italiano, Mario Monti, su política de recortes ante la caída del PIB superior al uno por ciento y anunció que la plasmará en los presupuestos que presentará el 30 de marzo, pero descartó una escalada de la tensión social. La primera reunión entre Monti y Rajoy, celebrada en el Palacio Chigi de Roma, tuvo lugar el día en que la Comisión Europea hizo públicas sus nuevas previsiones de crecimiento para la UE, con una contracción de la economía española del uno por ciento y del 1,3 por ciento en el caso de Italia. Rajoy señaló que su gobierno “hablará” con la Comisión Europea sobre el límite de déficit público fijado para España en el 4,4 por ciento del PIB para 2012, con el fin de que, según avanzaron fuentes de su Ejecutivo, fije un objetivo “realista”.