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El ejército uruguayo, a través de efectivos en actividad, rendirá homenaje hoy a cuatro soldados que resultaron abatidos en 1972 tras un ataque del entonces grupo guerrillero Tupamaros. Tradicionalmente a cargo de militares retirados, afines a la dictadura, el evento se instauró en Uruguay en 1973. Sin embargo, esta vez el propio jefe del Ejército dispuso que sean efectivos en actividad los encargados del acto. El actual jefe de la fuerza Pedro Aguerre (foto), cuyo padre estuvo preso durante la dictadura militar uruguaya, será “el único orador”, según confirmó el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia. “La concurrencia al acto será voluntaria y de civil”, precisó el vocero del presidente José Mujica, ante las dudas generadas por considerarse que la invitación que había cursado el jefe del Ejército a sus subalternos era una orden. Sin embargo, el miércoles el mismo Breccia aclaró que la participación de los militares sería voluntaria y que quienes asistan vestirían de civil.

La organización de Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos durante la dictadura emitió una declaración cuestionando la realización del acto por considerar que es una excusa para que los militares vuelvan a inmiscuirse en asuntos políticos que no les corresponden. Pero el ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, ex miembro de la organización armada Tupamaros, dijo que hay que saber respetar el dolor de todos y que los uruguayos deben comprender que “no existen muertos de primera y de segunda”.

Será la primera vez que el jefe del ejército tenga una participación activa en el homenaje a los soldados Saúl Correa Díaz, Osiris Núñez Silva, Gaudencio Núñez Santiago y Ramón Jesús Ferreira Escobar, quienes murieron el 18 de mayo de 1972 mientras custodiaban, desde un vehículo militar, la casa del entonces comandante de la fuerza, Florencio Gravigna. El discurso de Aguerre ha sido “autorizado” por el presidente, afirmó el propio Mujica en declaraciones exclusivas al semanario Búsqueda publicadas ayer. El contenido de lo que va a decir “nos parece favorable a una afirmación de la institucionalidad y de la buena marcha general del país”, argumentó el mandatario.

El acto se llevará a cabo frente a la casa donde los soldados custodiaban a un alto jefe militar de la época y fueron acribillados en una acción atribuida a la guerrilla, frente a un austero monumento que con una placa recuerda a los soldados muertos. El monumento fue inaugurado en 2004 por el intendente Mariano Arana, miembro al igual que Mujica del Frente Amplio. Hasta ahora el homenaje público a los soldados era organizado anualmente por los clubes de militares retirados y contaba con una escasa participación, mientras en las unidades militares se hacía un acto interno y discreto. El año pasado, los jefes del ejército, la armada y la fuerza aérea participaron del homenaje sin realizar declaraciones y su sola presencia generó fuertes críticas de los organismos de derechos humanos.