Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) completaron ayer la delegación que los representará en las negociaciones de paz con el gobierno colombiano. La organización guerrillera dejó abierta la posibilidad de que Estados Unidos integre la mesa de diálogo.

El equipo de delegados que presentaron para el proceso de paz tiene un perfil marcadamente político y de experiencia negociadora. Integrarán el grupo principal, con facultades plenipotenciarias, Iván Márquez, número dos de esa organización, junto a Marcos Calarcá, Andrés París, Simón Trinidad y Ricardo Téllez, cuyo verdadero nombre es Rodrigo Granda. Este grupo principal estará acompañado por los comandantes Jesús Santrich, Hermes Aguilar, Rubén Zamora y Bernardo Salcedo, como asesores. Mientras que el segundo equipo estará conformado por los miembros del Estado Mayor de la guerrilla, comandantes Hermes, Pascuas y Rubén Zamora. Está acordado que sólo cinco negociadores de cada parte se sentarán en la mesa de diálogo, mientras el segundo grupo esperará en una sala aledaña a la principal en espera de ser llamados, según el tema que se aborde.

Desde La Habana, el líder de las FARC, Luis Alberto Albán, alias Marco Calarcá, subrayó que la organización no tiene “nada en contra de la participación de Estados Unidos” en el diálogo, como parte interesada en asuntos vinculados al narcotráfico. “Lo que tenemos claro es que habrá una participación de acuerdo con cómo la mesa lo defina. No es en la idea de que llegue el patrón a mandar”, advirtió. Calarcá insistió en que Estados Unidos no es el patrón y manifestó que “es el imperio y manda en muchas cosas al Estado colombiano y traza políticas que nos han hecho mucho daño”. El país del norte es un fuerte aliado del gobierno de Bogotá en la lucha contra las drogas, financia el llamado Plan Colombia y es, al mismo tiempo, el principal mercado para el narcotráfico. “Está abierta la posibilidad a una representación del gobierno de Estados Unidos o de cualquier otro gobierno de esta bola que se llama mundo”, reiteró Calarcá. Washington acusa a miembros de las FARC de tener relaciones con el narcotráfico, al punto que, al menos tres guerrilleros, cumplen cárcel en Estados Unidos, entre ellos Simón Trinidad, a quien las FARC pretenden en la mesa de negociaciones. Aunque Trinidad cumple una condena de 60 años de cárcel en Estados Unidos por el secuestro de tres norteamericanos en Colombia, Calarcá señaló que su participación en la mesa se discutirá una vez que se instalen los diálogos, el próximo 8 de octubre en Oslo. Las conversaciones se desarrollarán posteriormente en La Habana sobre una agenda ya acordada en los pasados seis meses, que incluye el conflicto rural, el narcotráfico, las garantías para la participación política y el abandono de las armas. Las FARC y gobierno habían dejado abierta la opción de que participan más países u organizaciones en el proceso, que por ahora tiene a Cuba y Noruega como garantes y sedes del diálogo y a Venezuela y Chile como acompañantes.

En tanto, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, insistió ayer con una idea que ya había lanzado el jueves: la necesidad de ponerle plazo a las conversaciones, en busca de éxitos rápidos, de modo de evitar más muertes en las zonas del país en las que el conflicto es más fuerte. “Entre más pronto lleguemos a la firma de la paz, más vidas nos vamos a ahorrar”, señaló el mandatario. Al participar en una cadena de emisoras de radio del departamento de Cauca (sudoeste), Santos reiteró que el proceso de paz no puede ser indefinido en el tiempo y que los negociadores deben esforzarse para lograr un acuerdo rápido, porque de esa forma se beneficia el país y especialmente regiones como Cauca, donde desde hace meses las FARC mantienen desplegada una fuerte ofensiva. “Imagínense a ese departamento sin guerra, puede jugar un papel muy importante”, aseguró. Asimismo, el jefe de Estado señaló que resulta complicado que las diversas provincias del país tengan una representación en la mesa de negociaciones. “Representación específica de cada departamento es muy complicado, eso no cabe dentro de este proceso porque eso dificultaría más llegar a acuerdos”, remarcó.

Estos nombramientos sucedieron después del anuncio hecho la semana pasada por el presidente colombiano de sus representantes en el proceso de paz, el cuarto que se emprende con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –fundadas en 1964 y con unos 9200 combatientes en la actualidad– desde 1980. El equipo del gobierno está encabezado por el ex vicepresidente Humberto de la Calle y lo integran también el presidente de la Asociación de Industriales Luis Carlos Villegas, el ex comandante de las Fuerzas Militares Jorge Mora, el ex director de la Policía Oscar Naranjo, el ex ministro de Ambiente y ex comisionado de paz Frank Pearl y el asesor presidencial Sergio Jaramillo, que fue designado como comisionado de paz.