El presidente norteamericano, Barack Obama, recibió ayer los restos de los cuatro funcionarios víctimas del ataque contra el Consulado estadounidense en Benghazi, Libia. Durante la jornada, Obama le informó al Parlamento que las fuerzas de seguridad enviadas tras los ataques a Libia y Yemen permanecerán allí hasta que sea necesario.

El mandatario recibió los restos del embajador norteamericano en Libia, Chris Stevens, del diplomático Sean Smith y de los agentes de seguridad Tyrone Woods y Glen Doherty. Los funcionarios resultaron muertos en el ataque contra el Consulado estadounidense, que fue objeto de agresiones por parte de un grupo de personas que supuestamente se manifestaban por la publicación de una película en Estados Unidos que ataca la imagen del profeta Mahoma. “Su sacrificio nunca será olvidado. Traeremos a la Justicia a aquellos que nos los arrebataron”, afirmó Obama. Desde un hangar de la base aérea Andrews, ubicada en las afueras de Washington, donde fue oficiada la ceremonia, el mandatario señaló que son días difíciles, pero anticipó que resistirán ante la violencia a las misiones diplomáticas. Tras recordar personalmente a cada uno de los cuatro fallecidos y en compañía del vicepresidente Joe Biden, de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y del secretario de Defensa, Leon Panetta, el líder de la Casa Blanca enfatizó que Estados Unidos nunca retrocederá. “Nunca dejaremos de trabajar por la dignidad y la libertad que cada persona merece”, agregó. El presidente dijo que la Justicia llegará para aquellos que dañen a los estadounidenses y en otros párrafos de su elogio fúnebre destacó rasgos positivos de cada uno de los muertos. También recordó a Stevens. “No sólo creía en el ideal estadounidense, sino que lo vivía, especialmente la creencia de que podemos hacer de este mundo uno mejor de lo que es”, señaló. El presidente resaltó a los ciudadanos libios que salieron a las calles con carteles caseros a favor de Stevens. “El país que amamos seguirá brillando como una luz para todo el mundo”, agregó.

En medio de la creciente ola de violencia en Medio Oriente, Obama informó a través de una carta al Congreso que las fuerzas enviadas se mantendrán en Libia y Yemen hasta que la situación de seguridad sea tal que ya no sean necesarias. Asimismo, explicó que ordenó ese despliegue basado en su responsabilidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses en el país y en el extranjero. “Aunque las fuerzas de seguridad están equipadas para el combate, estos movimientos se han llevado a cabo con el único propósito de proteger a los ciudadanos y propiedades estadounidenses”, indicó en la carta. Los ataques contra misiones diplomáticas de Estados Unidos en los países árabes comenzaron en Egipto y Libia el martes, en coincidencia con el undécimo aniversario de los atentados del 11-S, y se han extendido a otras naciones de la región.