Los líderes de Convergència i Unió (CIU) y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Artur Mas y Oriol Junqueras, firmaron un pacto de gobierno que allana el camino a la celebración de un referendo en 2014 sobre la creación de un Estado catalán independiente de España. Las abismales diferencias entre ambas formaciones –una liberal-conservadora (CiU) y otra de izquierda radical (ERC)— fueron sepultadas bajo la aspiración independentista común, luego de tres semanas de negociaciones para formar un nuevo gobierno tras las elecciones adelantadas del 25 de noviembre. El acuerdo garantiza un gobierno estable en Cataluña para los próximos dos años y permite a Mas seguir al frente del gobierno regional, en minoría pero respaldado en el Parlamento por ERC. A cambio, CiU tuvo que aceptar la exigencia de ERC de que la convocatoria de la consulta soberanista se haga en 2014 y no más tarde, demanda a la que se oponía inicialmente Unió, el socio menor de Convergència.