El partido nacionalista vasco Batasuna, cercano a la organización armada independentista ETA, anunció ayer su disolución en España y Francia.

Prohibido en el país ibérico desde 2003 pero legal en el territorio francés, el partido aclaró que no renuncia a sus objetivos.

Casi 14 meses después de la decisión de ETA de poner fin a la violencia, y en una conferencia de prensa en Bayona –suroeste de Francia– Maité Goyenetxe y Jean Claude Aguerre, dos miembros del movimiento, dieron a conocer ayer la decisión. “Les anunciamos la disolución de Batasuna”, afirmaron, según informó el diario español El País. Goyenetxe advirtió que lograrán el proyecto de construcción de Euskal Herria (País Vasco) únicamente por la vía política frente a Francia y España, estados a los que consideró como “opresores”. “Empezamos a construir una nueva fase política, tenemos la voluntad de continuar en esta vía y la herramienta política adecuada para ello ya no es Batasuna”, indicaron los dos portavoces.

Batasuna podría buscar reforzar su estrategia de alianzas con los otros movimientos soberanistas vascos. “Alcanzaremos la independencia y el socialismo por los únicos medios de la lucha política y democrática. En esta perspectiva, la acumulación de fuerzas abertzale (patriota en vasco) y el trabajo en conjunto tienen por objetivo establecer una relación de fuerzas más poderosa con los Estados francés y español”, expresaron los miembros del partido. Interrogados, no obstante, sobre la herramienta que el movimiento planea utilizar, los portavoces indicaron sin más precisiones que será algo que surja de su reflexión política. También mostraron un cuaderno de varias decenas de páginas, “Zutik Euskal Herria” (levántate País Vasco), una hoja de ruta de las acciones llevadas a cabo.

Los dirigentes de la formación independentista recordaron que el partido nació por la necesidad de una estructura nacional para materializar la estrategia en favor de la construcción nacional y añadieron que su creación marcó la evolución del movimiento abertzale de la última década en la zona norte del País Vasco. “Desde muchos sectores nos achacaron promover la división, nadie ha puesto en duda la profundidad y la sinceridad de nuestro compromiso militante”, remarcaron. Y precisaron que por encima de todos los altibajos, recuperar el clima del trabajo colectivo en el movimiento abertzale fue una de nuestras principales preocupaciones. Según la agencia, en este sentido consideraron que el panorama político en el País Vasco después de diez años “no tiene nada que ver”.

ETA puso fin el 20 de octubre de 2011 a más de 40 años de lucha armada por la independencia del País Vasco pero no depuso las armas. Considerada como una organización terrorista por la Unión Europea y por los Estados Unidos, es responsabilizada por 829 muertes. Su último atentado se remonta a agosto de 2009. Por su parte, Batasuna fue creado en 2001 sucediendo, entre otros, al partido Herri Batasuna (Unidad Popular). La mayoría de los militantes de Herri Batasuna fundaron este nuevo movimiento, mientras que otros crearon el partido Aralar que rechaza la violencia como medio de lucha para obtener la independencia del País Vasco. El objetivo de Batasuna –que se consideraba y reivindicaba como un partido independentista, socialista, feminista y ecologista– era construir un Estado socialista vasco luego de obtener la autodeterminación y la independencia de Euskal Herria, una entidad que engloba al País Vasco francés y español así como la provincia de Navarra en España. En marzo de 2003 el Tribunal Supremo español prohibió Batasuna, al considerarlo como la vidriera política de ETA. Y en octubre de 2007, los 22 miembros de la dirección de Batasuna fueron detenidos en España. Hasta el 2009, el movimiento apareció en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea aunque ya no figura desde 2010.