Un terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió ayer la zona fronteriza entre Pakistán, donde causó más de 30 muertes, e Irán, cuyas autoridades aclararon que no hubo víctimas fatales, como habían informado antes fuentes locales, pues ocurrió en un área deshabitada.

El sismo ocurrió a las 15.44 (hora local) y tuvo su epicentro en la ciudad de Saravan, en la provincia de Sistan Baluschitan, cerca de la frontera irano-paquistaní.

El terremoto, el más fuerte del último medio siglo en esa zona, se produjo a 83 kilómetros de profundidad y, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, tuvo una magnitud de 7,8 grados Richter, que el centro sismológico iraní rebajó a 7,5 grados.

La agencia local de noticias Isna había citado a la Media Luna Roja de Irán para informar la muerte de al menos 40 personas, pero las autoridades dijeron horas después que no hubo víctimas mortales y atribuyeron esa circunstancia a que la zona donde ocurrió está muy poco habitada.

En cambio, en Pakistán, el terremoto causó al menos la muerte de 32 personas y otras 150 resultaron heridas tras derrumbarse un centenar de viviendas en una aldea del sudoeste del país. Las personas que murieron habitaban en la provincia de Baluchistán, en la aldea de Zawat, a unos 200 kilómetros de la frontera, dijo Faisal-ur-Rehmán, de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), que estimó entre 150 y 200 el número de heridos.

Efectivos del ejército participaban en las tareas de rescate en la zona afectada por el terremoto, que cuenta con poca población y está bastante aislada, lo que complica la obtención de datos y las operaciones de asistencia a los damnificados.

El temblor también se dejó sentir en el norte de la vecina India, donde no se ha informado de daños personales ni materiales.

En los países árabes del Golfo Pérsico también se sintió y varios edificios fueron evacuados sin que se hubieran registrado víctimas o daños materiales. En los Emiratos Arabes Unidos hubo dos temblores ligeros casi consecutivos en Al Sharja, mientras que en Abu Dhabi sólo se sintió uno fuerte. En Qatar, donde el temblor duró varios segundos, numerosos rascacielos y otros inmuebles de Doha fueron evacuados como medida de seguridad. También sufrieron temblores ligeros algunas ciudades del este de Arabia Saudita, lo que desató el pánico entre la población.