La oposición venezolana impugnó ayer ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) los resultados de las elecciones presidenciales que dieron vencedor al delfín de Chávez, Nicolás Maduro. “Hemos presentado el recurso de impugnación ante la sala electoral (...) por cohecho, violencia y fraude de las elecciones del 14 de abril. Dadas las incidencias que sucedieron no solamente el día de las elecciones sino en días previos, (éstas) indican para nosotros que los resultados anunciados por el CNE no son los resultados verdaderos, nosotros ganamos las elecciones”, explicó a la salida del tribunal el secretario ejecutivo adjunto de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón José Medina. Por otro lado, Maduro dio su primera entrevista a un medio extranjero en la que llamó a Europa a abrir los ojos sobre la realidad venezolana.

Gerardo Fernández, uno de los dos abogados constitucionalistas que acompañaron a Medina, explicó que se trata de un recurso de más de 180 páginas en el que se demanda la nulidad total y la repetición de las elecciones del 14 de abril, en las que Maduro venció al líder opositor por 1,49 punto porcentual. En su proclama, Capriles tuvo cierta ambivalencia: rechazó los resultados tras reclamar primero una auditoría de los votos, lo que fue aceptado por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Pero posteriormente rechazó también esa auditoría por no considerarla completa y solicitó la revisión de los cuadernos electorales donde se asienta la firma y huella de los votantes, algo no contemplado por la legislación vigente.

Según el cronograma difundido por el CNE, desde ayer hasta el domingo se organizará el material electoral que será auditado a partir del lunes, en un proceso que no incluye una demanda de la oposición para demostrar supuestas irregularidades: la revisión de los cuadernos de votación, que contienen el padrón electoral y pueden demostrar que cada voto emitido corresponde a un solo elector registrado.

En medio de esta pulseada, varios diputados afines y opositores al gobierno de Venezuela que participaron en los incidentes registrados el martes en el plenario de la Asamblea Nacional (AN, unicameral) denunciaron ayer a sus supuestos agresores ante la Fiscalía General. Entre ellos podemos citar a Julio Borges, el diputado y líder del partido Primero Justicia, o las diputadas del PSUV Nancy Ascencio, Maigualida Santana y Odalis Monzón. Todos piden justicia sobre lo que pasó en la Asamblea.

Por otro lado, el presidente venezolano Nicolás Maduro declaró en una entrevista al diario francés Le Monde tomar en consideración a la oposición y haber propuesto muchas veces diálogos con ella que siempre rechazaron. Repitió también su involucramiento para mantener la paz y el respeto a las instituciones en el país.

“Cuando el pueblo entra en lucha (...) siempre hay tensiones. Tenemos una hoja de ruta que es nuestra Constitución, nuestras instituciones, y funcionan. Lo que puedo garantizar es que habrá paz, habrá democracia y superaremos cualquiera amenaza”, declaró llamando a Europa a abrir los ojos con respecto a la política en Venezuela, donde advierte que están dados todos los ingredientes de un extremismo de derecha.

“Lo que quiero decirles a Francia y a Europa es que impediremos que en Venezuela surja un nuevo Pinochet. Lo haremos por la vía democrática”, dijo. Además, al invocar la relación del país con Estados Unidos, pidió al presidente estadounidense Barack Obama “respeto” para América latina y afirmó su posición antiimperialista. Maduro defendió una línea multipolar con prioridad en la relación de Venezuela con los Brics (Brasil, Rusia, India, China, Africa del Sur). Sin embargo, se dijo dispuesto a crear una nueva relación positiva con Washington.

Declaró también que Europa ya no es considerada como un modelo de desarrollo, debido a su acercamiento demasiado fuerte con las políticas estadounidenses, y compartió su opinión sobre la situación del continente europeo. “Lo que sucede en Europa en este momento recuerda lo que atravesó nuestra región en los años ’90: todos los indicadores sociales retrocedieron y ello llevó a una explosión política, a revoluciones. Es lo que explicó el surgimiento de un Chávez, de un Lula, de un Kirchner, de un Correa.”