Tras una jornada tensa, en la que los diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC atravesaron su momento más frágil, el presidente Juan Manuel Santos resolvió que los negociadores oficiales regresen este domingo a La Habana para continuar las tratativas para un acuerdo pacífico. La información del regreso a la mesa de diálogo fue voceada ayer por el jefe del equipo oficial de negociadores colombianos, el ex vicepresidente Humberto de la Calle. El jefe negociador hizo el anuncio tras una larga reunión con el mandatario, que ayer ordenó a la delegación negociadora regresar a Bogotá para revisar el estado de las conversaciones tras la decisión de la guerrilla de hacer “una pausa” en los diálogos. “Hechas estas consideraciones, regresaremos a La Habana para continuar con el designio y la instrucción del señor presidente para continuar con las negociaciones”, manifestó De la Calle.

Mientras tanto, ayer delegados de las Naciones Unidas y de la Universidad Nacional de Cuba intentaban contener la situación en una reunión a puertas cerradas con representantes de ambas delegaciones, a pesar de que las FARC dispusieron ayer por la mañana una “pausa” unilateral en el diálogo y de que Santos ordenó a sus negociadores regresar a Bogotá.

Ayer el máximo jefe de las FARC, Timoleón Jiménez (“Timochenko”), emitió un comunicado en donde afirma que “aunque el Presidente cree jugar con cartas marcadas y seguro de ganar, está nervioso. Promete y miente, amenaza y miente”, y adjudica al “capital internacional” la decisión de terminar con el conflicto interno de Colombia. “En este proceso, el que decreta las pausas y pone las condiciones no son las FARC”, había dicho el mandatario anoche, molesto con el comunicado de la organización insurgente.