EL MUNDO › LOS COMBATES CON LAS FARC ESTAN CERCA DE BOGOTA
“La guerra total” por etapas
“Se viene la guerra total y miles de colombianos van a morir.” La comprobación no es original, pero viniendo de Pablo Catatumbo, comandante de las Fuerzas Armadas Revoluciona-rias de Colombia (FARC), suena más a amenaza. Y si de amenazas se trata, el hecho de que se hayan abierto tres frentes de combate a menos de 50 kilómetros de la capital Bogotá indica que van en serio. Las Fuerzas Armadas colombianas reconocieron que, a pesar de que prosigue la campaña para tomar los cascos urbanos de la ex zona de distensión que estaba en poder de las FARC, la toma total del área demorará al menos seis meses. Por otro lado, fuentes del gobierno aseguraron que el secues-tro de la candidata presidencial ecologista, Ingrid Betancourt, por parte de las FARC, ocurrido el sábado, será “largo”, dado que la guerrilla pretende incluirla en la lista de legisladores por los que quieren un canje con guerrilleros presos. En todo caso, el mensaje de Catatumbo al gobierno fue claro: “Nos vemos dentro de 5000 muertos”.
Durante el fin de semana y el lunes, varios atentados dinamiteros contra puestos de infraestructura fueron atribuidos a las FARC. Estos atentados dejaron en total unos 69 municipios sin luz, y algunos sin teléfono, en los departamentos de Huila, Cauca, Nariño, el central Cundinamarca y Metá y Caquetá, en la ex zona de distensión. El alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, conocido por su extravagancia y “creatividad” en su gestión, propuso ayer pintar de color naranja toda infraestructura vital para la supervivencia, que “ni en las más feroces guerras del mundo” debe ser atacada. Pero cerca de Bogotá también llegaron los combates. Tropas del ejército y de las FARC combatieron alrededor de la capital, en las loca-lidades de Cáqueza (50 kilómetros al sureste), La Palma (40 kilómetros al noreste) y Fómeque (20 kilómetros al este). Fuentes mi-litares dijeron que hubo bajas en ambos bandos por la ferocidad de los enfrentamientos, pero no acla-raron cuántas.
El otro foco de atención militar está concentrado en la ex zona de distensión. El ejército colombiano dijo ayer que su Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) tomó el control de La Macarena, la cuarta localidad en caer en manos militares de los cinco municipios del área. El pueblo restante, La Uribe, bastión original de las FARC desde su aparición en los ‘60, aún no fue tomado, a pesar de que las informaciones del lunes lo indicaban. De todos modos, la relativa rapidez del avance militar frente a las FARC no lleva a pensar, dentro del ejército, en una solución rápida. “Vamos a iniciar una segunda fase, que es la expansión y control de las áreas rurales, en donde a medida que estrechemos el cerco esperamos encontrar alguna resis-tencia de las FARC”, dijo una alta fuente militar. “Pero tomará más de seis meses, porque las tropas deben ir con cuidado y el área es muy extensa”, especificó.
En el ejército también descartaron de plano cualquier operación de rescate de Ingrid Betancourt. Su movimiento, Colombia Nueva, a-cusó al gobierno de “negligencia” por no haberle brindado las garantías necesarias de seguridad a la dirigente para que no cayera en manos de la guerrilla.