Viernes, 21 de febrero de 2014 | Hoy
EL MUNDO › EL MANDATARIO DE EE.UU. HABIA REACCIONADO POR LA EXPULSION DE DIPLOMATICOS DE SU EMBAJADA EN CARACAS
Según la Cancillería venezolana, las declaraciones de Obama están basadas en “información falsa y aseveraciones sin fundamento”. Caracas lamentó que se “siga agrediendo a un país libre y soberano de la América latina y caribeña”.
El gobierno de Venezuela rechazó ayer las declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la situación que vive el país, señalando que representan una nueva injerencia en los asuntos internos del país. En el comunicado emitido por la Cancillería venezolana se afirma que las declaraciones formuladas por Obama están basadas en “información falsa y aseveraciones sin fundamento” y lamentó que se “siga agrediendo a un país libre y soberano de la América latina y caribeña, cuyas políticas son el resultado de la voluntad popular expresada democráticamente”.
El comunicado acusa además a Estados Unidos de financiar, alentar y defender a “los dirigentes opositores que promueven la violencia” y señala que el gobierno venezolano seguirá “tomando las acciones necesarias para impedir que agentes estadounidenses busquen implantar la violencia y la desestabilización”.
Obama había condenado desde México la violencia en Venezuela y pidió al gobierno de Nicolás Maduro atender “los reclamos legítimos” de su pueblo, en lugar de desviar la atención expulsando a diplomáticos estadounidenses con falsas acusaciones. El mandatario exhortó además a su par a liberar a los manifestantes que han sido detenidos en las protestas opositoras y a entablar un diálogo verdadero. “Maduro debe dejar de distraer la atención con acusaciones falsas hacia Estados Unidos y preocuparse por su gente”, dijo Obama ayer en Toluca, en una reunión con dirigentes de América del Norte.
El gobierno venezolano responsabilizó a Estados Unidos por la violencia en las calles y el domingo anunció la expulsión del país de los diplomáticos estadounidenses Breenan Marie McCusker, Jeffrey Gordon Elsen y Kristofer Lee Clark. En tanto, Maduro declaró que Estados Unidos le hizo exigencias “inaceptables” para que dialogue con la oposición y detenga las medidas judiciales contra el opositor Leopoldo López.
Por su parte, el embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, repudió los hechos injerencistas del gobierno de Estados Unidos sobre la soberanía de Venezuela. “El hecho de que yo no sea paranoico no quiere decir que no haya nadie allá afuera acechándome”, sostuvo, y recordó que la economía norteamericana se ha basado, en las últimas décadas, en el dominio de la industria de la guerra. “Venezuela vive una revolución democrática y estamos pagando un alto precio por ello –y lo vamos a seguir pagando–. Nuestro pueblo ya conoce la justicia social, apoyados sobre la ley y el respaldo de los fusiles de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. Es decir, inspirados en los valores democráticos y participativos, herencia de Hugo Chávez”, apuntó. Ante las acusaciones de Canadá y Estados Unidos por las represiones estudiantiles, Chaderton informó que en las manifestaciones participaron infiltrados y que incluso se utilizaron bombas molotov para agredir a policías, instituciones y servicios públicos. Además, recordó que en el año 2012 el gobierno de Canadá ordenó la represión estudiantil en Quebec, con un alto saldo de heridos y que en las manifestaciones de Wall Street ocurridas en 2012 en Nueva York, más de 700 estudiantes fueron detenidos.
También recordó las imágenes de recientes represiones de la policía contra estudiantes de Oakland, California, cuando enormes cantidades de gas pimienta fueron arrojadas sobre los manifestantes. El embajador lamentó que, en esas ocasiones, la Corte Interamericana de Derechos Humanos haya omitido pronunciarse. Chaderton ratificó la soberanía del gobierno venezolano, elegido democráticamente por el pueblo hasta 2019, hace menos de diez meses. De un gobierno que además ganó 21 de 24 gobernaciones y que obtuvo el 56 por ciento de los votos en las recientes elecciones municipales, celebradas hace tan sólo ocho semanas.
De hecho, el gobierno venezolano denunció ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) la injerencia de Estados Unidos en asuntos internos y la intromisión de medios de comunicación de ese país en la situación venezolana. El canciller de Venezuela, Elías Jaua, denunció ante los embajadores de los países miembros de la Celac la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos ante la tensa situación política generada por las protestas registradas en las últimas dos semanas. El canciller afirmó que se busca un golpe de Estado para derrocar a Maduro. Jaua acusó a funcionarios de distinto nivel de Estados Unidos de promover grupos violentos y de darles apoyo financiero a través de “organizaciones fachada”. “El gobierno está enfrentando una acción planificada para generar la violencia y producir la desestabilización en nuestro país”, añadió.
Ayer, el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, denunció un plan diseñado desde hace varios años donde el ex presidente de Colombia Alvaro Uribe y el ex embajador de Estados Unidos en Caracas Otto Reich intentan sembrar el caos en Venezuela para justificar la intervención extranjera. “Este plan ya venía rodando, les dieron la patada a las mesas de diálogo y salieron a incendiar el país. Otto Reich da instrucciones políticas”, alertó. “No hay salida a ninguna crisis por la vía de la muerte.”
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