EL MUNDO › EL JEFE DEL ALA MAS DURA DE SADDAM HUSSEIN
La caída de Ramadán, número 3
Por Angeles Espinosa *
Cada día hay menos escondites en Irak. Taha Yasín Ramadán, vicepresidente de Saddam Hussein, está ya en manos de las tropas de Estados Unidos. Milicianos de la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK) lo encontraron el lunes pasado en su ciudad natal –Mosul, al norte de Irak– y la misma en la que hace cuatro semanas soldados norteamericanos dieron muerte a Uday y say, los dos hijos mayores de Saddam.
“Milicianos de la UPK detuvieron a Taha Yasín Ramadán el lunes a las tres de la tarde en Mosul”, informó ayer un alto responsable del partido de Talal Yalabani. La UPK es uno de los dos principales grupos kurdos cuyas fuerzas lucharon con las estadounidenses en el norte de Irak durante la guerra para derribar a Saddam. El portavoz aseguró que sus hombres habían “entregado (a Ramadán) a las tropas norteamericanas”. El Pentágono confirmó su captura, con lo que se elevan a 38 los dirigentes del régimen iraquí depuesto que han sido detenidos o muertos.
Ramadán, de 64 años y un árabe sunnita como Saddam, era el jefe visible del ala más dura del gobierno del dictador. Su rostro patibulario, su cohorte de guardaespaldas con aspecto de malos de película y su lenguaje brutal subrayaban aún más su fama de representante del terror. No defraudaba. Fue él quien propuso, en los días previos a la guerra, que Saddam y el presidente norteamericano, George W. Bush, debían resolver sus diferencias en un duelo “con las armas de su elección”. Los periodistas que lo escuchábamos no podíamos dar crédito, pero él parecía hablar en serio.
Como hablaba en serio cuando, ya iniciado el ataque militar, propuso sin que le temblara el pulso que los árabes se convirtieran en bombas humanas para hacer frente a los bombarderos B-52 y los helicópteros Apache estadounidenses. Se veía su mano detrás del entrenamiento de voluntarios para realizar operaciones suicidas contra las fuerzas invasoras que empezaban a avanzar por el sur de Irak. “Nosotros no los consideramos suicidas sino mártires”, aseguró Ramadán.
Aunque figuraba con el número 20 en la lista estadounidense de los 55 iraquíes más buscados, Ramadán era en realidad el número tres del régimen depuesto desde su nombramiento como vicepresidente en 1991.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.