El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, felicitó al gobierno y a la oposición de Venezuela por el inicio del diálogo. “Saludo los esfuerzos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que, a invitación del presidente Maduro, apoya este proceso”, señaló. Por su parte, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, también celebró que las partes hayan expuesto sus diferencias y buscado un acercamiento. “Creo que fue muy positivo porque era necesario una catarsis, tenían que verse cara a cara”, dijo el funcionario, uno de los tres cancilleres en propiciar el encuentro en el Palacio de Miraflores. El presidente Nicolás Maduro llamó a la oposición a seguir trabajando a través del diálogo y convocó ayer a alcaldes y gobernadores para presentar sus propuestas a los distintos ministerios. Sin embargo, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, afirmó ayer que algunos de los dirigentes opositores que participan en la mesa de diálogo instalada el jueves son los mismos que impulsaron el fallido golpe de Estado contra Hugo Chávez en abril de 2002.

“Algunos representantes de la oposición no iban (a Miraflores) desde el 12 de abril de hace doce años, cuando dieron el golpe de Estado, son los mismos y no ha cambiado nada, ni las ganas han cambiado, y nosotros sabemos con quién nos estamos sentando”, indicó en un acto con militantes chavistas en Anzoátegui (centro-este del país). El gobierno y la oposición comenzaron el jueves un proceso de diálogo para encontrar soluciones a la crisis desatada con las protestas violentas que se repiten desde hace dos meses y que dejaron 41 muertos hasta el momento.

“El pueblo de Venezuela puede tener seguro que ahí no hay negociación, ahí no hay pactos, acuerdos de espaldas al pueblo de Venezuela no va a haber allá, en esa mesa”, indicó Cabello. “Nosotros sabemos quiénes son y nos estamos sentando conscientes allí por la paz de este país. Ojalá que ellos entiendan que la vía en democracia para que un presidente se vaya ¿cuál es?, los votos”, añadió. El presidente de la AN, que acusó al líder opositor Henrique Capriles de “arrogancia burguesa” por llamar durante la conversación por el nombre a Maduro, indicó que “los que estaban sentados ayer es lo mismo que los que están en la calle llamando a la violencia”.

Alrededor de la mesa se sentaron el nuncio apostólico en Caracas, monseñor Aldo Giordano; los cancilleres de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; Colombia, María Angela Holguín, y Ecuador, Patiño, como testigos “de buena fe”, y 11 oficialistas y 11 opositores. Entre los participantes por la oposición estuvieron Capriles y el secretario general de la Mesa de la Unidad (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, a los que Cabello increpó por su actuación durante el golpe de 2002. Además, acusó de “embusteros, mentirosos” a los representantes opositores por haber dicho en la reunión que rechazaban la violencia cuando, según Cabello, “ninguno ha dicho: repudiamos la violencia”.

El reclamo de la oposición a una amnistía que permita liberar a varios dirigentes presos y la negativa a ese paso del presidente Maduro constituyeron el dato saliente de la primera jornada de diálogo. Mientras el Ejecutivo reclamó a la oposición que se pronuncie abiertamente en contra de la violencia de algunas manifestaciones, desde la Mesa de Unidad Democrática (MUD, que reúne a 29 partidos opositores) los pedidos se centraron en la amnistía y en cambios en el plan económico. La sesión, transmitida en directo por la cadena nacional de radio y televisión y por el canal Telesur, e intermediada por cancilleres de la Unasur y un representante del Vaticano, no estuvo exenta de cierta tensión, ya que la mayoría de los discursos estuvo cargada de críticas y acusaciones, pero ningún orador perdió la línea y todos reivindicaron la necesidad de mantener el diálogo.

Maduro rechazó la posibilidad de beneficiar con una amnistía a un grupo de presos por causas vinculadas con hechos políticos, entre ellos el líder del partido Voluntad Popular (VP), Leopoldo López, y dos alcaldes. El encuentro, abierto y cerrado por Maduro, terminó con la convocatoria del mandatario a otro similar el martes próximo, tal como lo había propuesto en su intervención Aveledo.

“Hay tiempo para la justicia y hay tiempo para el perdón; y éste es tiempo para la justicia, la justa justicia que necesita el país para recuperar la paz”, señaló Maduro. La amnistía era uno de los cuatro temas que la oposición había impuesto como condición para asistir el martes pasado a una primera “reunión preparatoria”, y en su intervención el diputado Andrés Velásquez presentó un proyecto de ley y luego su colega Julio Borges afirmó que Maduro podía sancionarlo por la “ley habilitante” que lo faculta a legislar por decreto.

Por otra parte, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, informó ayer que fallecieron 41 personas, 674 fueron heridas y se detuvo a 175, de los cuales 12 son estudiantes, por las violentas protestas antigubernamentales. “Tenemos hasta el día de hoy 41 personas fallecidas, 674 lesionadas, 175 privadas de libertad, de las cuales solamente 12 han acreditado su condición de estudiantes”, precisó Ortega Díaz.

La funcionaria detalló que la cifra de muertos ascendió con la muerte de José Damas. “Era un joven oficial de 24 años, que falleció en el cumplimiento de su deber pero también falleció la señora Mariana Del Carmen Ceballos, quien fue atropellada cuando cruzaba la avenida Andrés Eloy Blanco frente al C. C. Shopping Center de Valencia”, precisó. Además, destacó que hay “abiertas 120 investigaciones por presunta violación de los derechos humanos”, de las cuales “113 son por trato cruel, dos por tortura, dos por homicidio frustrado y tres por homicidio consumado”.