EL MUNDO › A 30 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DE AUGUSTO PINOCHET EN CHILE
Un 11-S para que nunca haya otro
El presidente Ricardo Lagos encabezó un acto ayer en Chile para recordar los 30 años del golpe contra Salvador Allende.
A 30 años del derrocamiento del presidente Salvador Allende, el actual presidente de Chile, Ricardo Lagos, encabezó el acto oficial que se celebró ayer en el palacio presidencial de La Moneda. Junto a él estuvieron la viuda de Allende, Hortensia Bussi, y sus hijas Isabel y Carmen Paz. Bussi fue ovacionada por los 1200 invitados que fueron a la ceremonia. Para ella, en Chile no habrá democracia “mientras el Ejecutivo no tenga la facultad de remover a los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas”. Sorpresivamente, el ex dictador Augusto Pinochet eligió esta fecha tan particular para abrir las puertas de su casa a la prensa y entregar a la Fundación que lleva su nombre la banda presidencial que usó en 1981, cuando inauguró la Constitución aprobada por su gobierno.
A las 11 de la mañana, Lagos reabrió la puerta de La Moneda, la misma por donde salió el cadáver de Allende ese 11 de septiembre de 1973 después del bombardeo contra el palacio presidencial. Años más tarde, bajo la dictadura de Pinochet, la puerta fue eliminada. “Hoy es un día para la memoria, para hacernos cargo de aquel momento que tanto dolor nos ha causado”, dijo Lagos en el acto. Y recordó “el acto de total renunciamiento personal” de Allende. “Estoy profundamente emocionada por el cariño que muestra nuestro pueblo a Salvador Allende”, dijo la viuda del presidente derrocado, Hortensia Bussi, de 89 años. Tras el acto oficial, miles de manifestantes colmaron la Plaza de la Constitución frente a la sede presidencial. Al grito de “se siente, se siente, Allende está presente”, recordaron al líder socialista.
Mientras, el comandante en jefe del ejército chileno, general Juan Emilio Cheyre, declaró que se siente “tranquilo de poder decir que el ejército de Chile ha cumplido con su antigua tradición de honor militar”. De esta manera respondía a la prensa chilena, que le había preguntado insistentemente sobre sus relaciones con el gobierno de Lagos. Ayer, Cheyre estuvo en una misa en la Escuela Militar para recordar a los caídos en el golpe de Pinochet. A principios de este año, “manifesté que el ejército enfrentaría esta fecha con grandeza”, recordó Cheyre, que horas antes había visitado a Pinochet en su casa.
En paralelo, varios países recordaron este nuevo aniversario del golpe chileno. En un acto en Caracas, el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel, que vivió en Chile durante el gobierno de Allende, comparó el derrocamiento del socialista con el golpe de Estado contra el presidente venezolano Hugo Chávez, en el 2002. En La Habana, representantes del gobierno de Fidel Castro pusieron flores en la estatua de Salvador Allende, en el barrio de El Vedado. Allí estuvieron José Ramón Balaguer, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba; el embajador chileno Germán Guerrero y el vicepresidente del Consejo de Ministros, José Ramón Fernández. La izquierda mexicana también conmemoró el aniversario del golpe. México fue uno los países que más chilenos recibió luego del golpe del ‘73 y, además, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene lazos muy fuertes con la izquierda chilena. De hecho, el PRD recordó a Allende con dos actos, uno encabezado por el alcalde Andrés Manuel López Obrador. Mientras, el Senado y la Cámara de Diputados de Brasil homenajearon a Allende. “Fue un político ejemplar que honró hasta el final el mandato que recibió del pueblo”, señaló en un discurso el diputado Francisco Rodrigues de Alencar Filho.
Del otro lado del Atlántico, ciudadanos belgas y chilenos que viven en Bélgica también recordaron el golpe con dos manifestaciones y actos en varios puntos del país. El 23 de septiembre, el Parlamento de Bruselas recibirá a Isabel Allende, hija del presidente derrocado y actual presidenta de la Cámara de Diputados de su país. Bélgica fue uno de los países europeos que presentó en 1998 una demanda contra el ex dictador que todavía sigue en curso. “El Congreso de los diputados expresa su más firme condena” al golpe que derrocó a Salvador Allende y “reitera su rechazo a los regímenes autoritarios”, declaró por su parte la Cámara de Diputados española en un discurso que leyó su presidenta, Luisa Fernanda Rudi.