EL MUNDO
Cuando el conflicto colombiano toma un carácter internacional
Mientras continúa la búsqueda de los ocho turistas secuestrados el viernes en Colombia, el tema de un eventual encuentro de la guerrilla de las FARC con la ONU se refuerza con la llegada a Colombia de Lula da Silva, quien propuso el suelo brasileño a tal fin.
El Ejército colombiano busca a los ocho turistas extranjeros secuestrados el viernes por presuntos rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el norte de ese país. El operativo de rescate es coordinado por el presidente colombiano, Alvaro Uribe. Mientras, su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunirá hoy en Colombia con él para hablar sobre una posible reunión entre la principal guerrilla colombiana y la ONU en suelo brasileño. El principal asesor internacional de Lula, Marco Aurelio García, estuvo la semana pasada en Bogotá, donde se encontró con familiares de los secuestrados por la guerrilla, que habían pedido ver al presidente brasileño.
El viernes, trece turistas y dos guías colombianos fueron secuestrados por un comando de las FARC que los interceptó cuando recorrían una reserva indígena en la Sierra Nevada de Santa Marta. Los guerrilleros dejaron en libertad a siete, pero ocho siguen secuestrados. Uno de los turistas liberados, el australiano James Schultz, dijo ayer que sus captores decidieron soltarlos porque él y sus compañeros, entre los que estaba su esposa, “llevábamos sandalias y además no estábamos en las mejores condiciones para caminar. Creo que por eso nos liberaron”, contó. Schultz señaló que durante el tiempo que permaneció en cautiverio ni él ni sus compañeros fueron maltratados. Y que en ningún momento los secuestradores dijeron cuál era el móvil del secuestro.
El israelí Ran Hatmon, otro turista que estaba en el contingente de turistas, contó que los guerrilleros “decidieron no llevarme con el resto porque pedí quedarme con mi amiga Dana y pensaron que ella retrasaría su fuga”. Hatmon relató que un grupo de hombres armados “nos despertaron en el edificio donde dormíamos a las cinco de la mañana, nos ataron y nos separaron en dos grupos mientras nos amenazaban con sus armas”, relató Hatmon. Según él, algunos consiguieron desatarse y saltaron por la ventana. “No nos insultaron ni nos golpearon”, agregó. Mientras, el alemán Reinhert Weigel, el español Asler Echeverría, los ingleses Mathan Scott y otro de apellido Henderson, y cuatro israelíes siguen secuestrados. Todos tienen entre 18 y 25 años.
Según el comandante Leonel Gómez, desde el sábado el ejército realiza un operativo de rastreo para entrar en contacto con los secuestradores. Mientras, el ministerio de Relaciones Exteriores colombiano se mantiene comunicado con las embajadas de los países de los secuestrados. “Estamos preocupados y queremos informarles a cada uno de ellos sobre las acciones dirigidas por el presidente Uribe”, afirmó la canciller Carolina Barco. Según el Ministerio de Defensa, en lo que va del año 14 extranjeros han sido secuestrados por los grupos rebeldes. Cuatro de ellos siguen en cautiverio, al igual que un ex ministro, 45 militares y varios dirigentes políticos, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt. Justamente, las FARC anunciaron ayer que sólo liberarán a Betancourt si se firma una acuerdo humanitario para el intercambio de rehenes. Raúl Reyes, como se hace llamar Luis Edgar Devia, miembro del comando de las FARC, envió un mensaje al noticiero “Noticias Uno” para desmentir las versiones de varios políticos sobre una inminente liberación de Betancourt. Reyes indicó que la ex candidata “no será liberada bajo ninguna circunstancia”, sino sólo por medio de un “canje”.
Mientras, Lula se reunirá hoy con Uribe en la ciudad costera de Cartagena en el marco del 40ª aniversario de la Organización Internacional del Café (OIC). Aunque la agenda oficial se limitará a cuestiones de integración regional y comercial, la posible reunión de delegados de la ONU y la guerrilla de las FARC concentrará buena parte de las discusiones. “Se hablará de una posible negociación ONU-FARC para reiterar el interés de Colombia en que Brasil colabore como mediador”, dijo ayer el embajador colombiano en Brasilia, Jorge Garavito. Todavía no se sabe cuándo se llevaría a cabo la primera negociación formal entre la ONU y las FARC, pero según el diario Correio Braziliense, “la reunión podría ser en octubre”. Brasil afirma que su papel se limitará a prestar su territorio, aunque tiene una preocupación real por lo que pasa en la región amazónica y los riesgos de que el conflicto entre la guerrilla y el gobierno colombiano se internacionalice. Por su parte, el canciller brasileño, Celso Amorim, tenía previsto reunirse en Bogotá con James Lemoyne, asesor especial para Colombia del secretario general de la ONU, Kofi Annan.