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Desde París

La huelga paralizante de pilotos de Air France amenazaba con extenderse al personal de cabina anoche en medio de advertencias de que una de las grandes aerolíneas de bandera podría desaparecer de los cielos.

Como la huelga de los pilotos se acercó a su undécimo día –la más larga en la historia de Air France– otros sindicatos advirtieron que se unirían a menos que la línea aérea abandonara completamente los planes para crear una filial europea de bajo costo. La compleja disputa quedó confundida por las declaraciones contradictorias de la gerencia de la aerolínea y del gobierno francés, su accionista principal. El ministro de Transporte, Alain Vidalies, dijo que se habían retirado los planes para crear una compañía aérea europea de bajo costo para competir con Ryanair, easyJet y las aerolíneas del Golfo. Air France insistió en que el plan sólo fue suspendido “hasta fin de año”. Al mismo tiempo, personal de tierra y los empleados del aeropuerto se manifestaron en contra de la huelga en el aeropuerto Charles de Gaulle, al norte de París. Acusaron a los pilotos de poner sus privilegios y salarios relativamente altos delante de los empleos en general de la aerolínea francesa.

Anoche se esperaba que la gerencia de Air France cediera a la presión del gobierno y desguazara sus planes de expansión de bajo coste, en una reunión con los sindicatos en la actualidad. “Todos saben que algún tipo de plan similar debe surgir finalmente”, le dijo a The Independent anoche un funcionario del sindicato de Air France. “No hay manera de competir con las aerolíneas de bajo costo de otra forma. Pero la retirada hoy del plan le dará tiempo para que los ánimos se enfríen y permitan que los aviones vuelen de nuevo.” Los sindicatos que representan al personal de cabina advirtieron anoche que se unirían a la huelga de los pilotos a menos que Air France se eche atrás. La huelga ya le costó a la aerolínea más de 200 millones de euros.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.