Viernes, 21 de agosto de 2015 | Hoy
EL MUNDO › REINT GROPP, DEL HALLE INSTITUTE FOR ECONOMIC RESEARCH
Según un estudio del IWH, de Alemania, el Estado alemán no sólo se benefició a través de sus bancos y corporaciones, también ahorró unos 100 mil millones de euros en intereses desde 2010, “gracias al rescate de Grecia”.
Por Marcelo Justo
Desde Londres
La aprobación del rescate a Grecia por el Parlamento alemán este miércoles no debería sorprender. El estereotipo del sacrificado y precavido alemán que se hace cargo de las deudas del vago y dispendioso griego ha servido para consolidar el poder de la canciller Angela Merkel y ocultar la realidad en juego. Esta realidad quedó a la vista poco antes del pronunciamiento parlamentario alemán, cuando Grecia anunció la venta de los derechos de operatoria de 14 aeropuertos regionales a una compañía germana, Fraport AG. La empresa de los precavidos alemanes es la primera beneficiaria de los compromisos de privatización que asumió el gobierno de Alexis Tsipras con la pistola en la cabeza durante las negociaciones con la Eurozona en julio.
Los dos rescates previos (2010 y 2012) tenían una lógica similar aplicada al sector financiero. Los préstamos salían de los acreedores, pasaban por el Estado griego y servían para pagar su deuda con los bancos alemanes y de otros países desarrollados, evitando así una nueva crisis financiera. En ese momento, la petición de auditoría de la deuda contraída por Grecia desde la creación del euro terminó en el canasto de las buenas intenciones. Comprensible. Un poco más de la cuarta parte de la deuda pública griega se originó en adquisiciones de equipamiento militar a Francia, Alemania o Estados Unidos. Hoy el ex ministro de Defensa griego Axi Tzochatzopolous está cumpliendo 20 años de cárcel por el negociado con un grupo armamentista germano, Ferrostaal, para la adquisición de submarinos Type financiados por los bancos europeos “rescatados” de los “irresponsables despilfarros” de Grecia.
Un nuevo estudio del Halle Institute for Economic Research (IWH) de Alemania muestra que el Estado alemán se benefició no sólo a través de sus bancos y corporaciones sino de manera mucho más directa. Según el IWH el gobierno de Angela Merkel ahorró unos 100 mil millones de euros en intereses desde 2010 “gracias al rescate de Grecia”. Este ahorro le ha permitido a Alemania tener el presupuesto equilibrado que les exige a Grecia y otros países de la Eurozona. En otras palabras, lejos de perjudicarse, Alemania ha sido la principal beneficiaria de la crisis griega. Página/12 dialogó con Reint Gropp, director del IWH.
–¿Cómo se produjo este ahorro alemán gracias a Grecia?
–Cuando hay turbulencias financieras los grandes inversores buscan la seguridad de sus portafolios, ya que hay reglas para cuanto riesgo pueden tomar y se produce una fuga hacia la calidad, es decir, hacia la inversión más segura. Esta fuga hizo que los inversores buscaran refugio en los bonos alemanes. Con la mayor demanda de bonos alemanes, bajó el interés que paga el Estado alemán por estos préstamos. Es un mecanismo básico de estas crisis financieras como se vio con Argentina y muchos otros países, incluidos los de la Eurozona. En base a este mecanismo hemos podido calcular que, desde el comienzo de la crisis griega en 2010, Alemania ha ahorrado unos 100 mil millones de euros gracias a la baja de las tasas de interés, equivalente a un 3 por ciento del Producto Bruto Interno alemán.
–Según este cálculo, cada vez que Grecia tenía problemas, Alemania ahorraba dinero.
–Eso es lo que vimos desde 2010 en adelante. Las malas noticias en Grecia eran buenas para Alemania y viceversa. El día de la elección de Syriza en enero el beneficio automático para Alemania fue una caída del interés de sus bonos del 0,3 por ciento. Este fue el resultado de un día, pero es un proceso que no empezó con Syriza sino que se viene dando desde el comienzo de la crisis. De manera que hicimos un cálculo acumulado del ahorro que obtuvo Alemania desde 2010. Desde ya que con la crisis los inversores no sólo huyeron de Grecia: también huyeron de España, Portugal, incluso Italia. Alemania se benefició de todos ellos. Pero el mayor beneficio lo obtuvo del país con la crisis más profunda, es decir, Grecia.
–Con esta lógica, ¿no les convendría a las finanzas alemanas que el Parlamento germano rechazara el rescate acordado con Grecia?
–De ninguna manera. Sería una interpretación muy extrema de nuestro análisis, porque lo que hemos hecho es aislar una consecuencia particular de la crisis, el comportamiento del sector financiero, pero esto no constituye toda la economía. La crisis misma de la Eurozona no es una buena noticia ni para Alemania ni para la Eurozona, ni para el mundo. El euro es muy importante tanto para Alemania como para Grecia.
–En todo caso, otros países desarrollados como Estados Unidos o Francia también deben haber ganado con esta fuga hacia la calidad.
–No analizamos este tema con la misma profundidad, pero sí vimos que países como Estados Unidos, Holanda y Francia se beneficiaron de una manera similar, aunque en menor medida, con esta crisis griega. Curiosamente Suiza no se benefició. No sé bien por qué, quizá porque se trata de un mercado de deuda más pequeño. En todo caso, el efecto en todos estos países desarrollados fue menor que en Alemania.
–Si el rescate actual fracasa y Grecia termina en default, Alemania tendrá que cubrir su parte del rescate. ¿Cómo sería la cuenta final entre lo que Alemania ha prestado en los distintos rescates y lo que ganó gracias a la menor tasa de interés?
–Alemania seguiría beneficiándose. El cálculo es simple. El ahorro en interés es de unos 100 mil millones de euros. Una vez que se desgaja la exposición de Alemania en los distintos mecanismos de rescate –el Mecanismo de Estabilidad Europeo o el Banco Central Europeo– se ve que ha contribuido con unos 90 mil millones de euros. Así que incluso si Grecia incurre en default y no se puede recurrir a ninguno de los colaterales de la deuda, Alemania seguiría beneficiándose en unos 10 mil millones de euros.
–Alemania se ha presentado como ejemplo de probidad fiscal al exigir un ajuste a Grecia y otros países de la Eurozona. Una sorprendente conclusión de su estudio es que este presupuesto equilibrado germano se debió en realidad a la crisis griega.
–Es cierto. Con estos 100 mil millones de euros, el Estado alemán ha ahorrado alrededor de un 3 por ciento de su PBI. De manera que en gran medida el presupuesto equilibrado alemán se debe a la crisis griega. En otras palabras, Alemania tendría un déficit fiscal si no fuera por la crisis griega.
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