Un audaz ataque del talibán a una base aérea en las afueras de la sureña ciudad de Kandahar terminó ayer luego de más de 24 horas de combates que dejaron 46 muertos y 35 heridos (foto). El ataque coincidió con el viaje a Pakistán del presidente Ashraf Ghani, que intenta reactivar el diálogo de paz con los insurgentes. El talibán atacó el martes el gigantesco complejo aeroportuario, que alberga además una zona residencial civil y una base militar conjunta de la OTAN y el ejército afgano. El ataque en la provincia de Kandahar, bastión del talibán, llega luego de varios meses de avances en el terreno de los rebeldes islamistas. El ejército afgano hizo grandes esfuerzos para combatirlos desde que Estados Unidos y la OTAN culminaran formalmente su misión de combate a fines del año pasado. También ayer el talibán capturó un distrito en otra provincia sureña, Helmand, luego de matar a 14 miembros de las fuerzas de seguridad en una prolongada batalla, informaron fuentes militares. “Desgraciadamente, durante los combates, 37 afganos inocentes murieron y 35 fueron heridos”, agregó el comunicado del ministerio, que no detalló si se trata de civiles o militares. Durante la feroz batalla, soldados afganos imploraron al talibán que dejaran partir a las mujeres y los niños, contaron habitantes. El miércoles por la mañana seguían escuchándose tiroteos y explosiones, según habitantes del aeropuerto. El talibán reivindicó el ataque, lanzado después de varios días de conjeturas sobre la suerte de su jefe, Ajtar Mansur. El líder talibán Ajtar Mansur fue gravemente herido, según varias fuentes, en una reunión de dirigentes que degeneró en un tiroteo. La ofensiva del talibán coincidió con la visita a Pakistán del presidente afgano, Ashraf Ghani, que participa en Islamabad en la conferencia regional Heart of Asia.