Sábado, 14 de mayo de 2016 | Hoy
EL MUNDO › DILMA SE REUNIO CON CORRESPONSALES EXTRANJEROS PARA DENUNCIAR EL GOLPE PARLAMENTARIO QUE SUFRIO ESTA SEMANA EN BRASIL
Pasaron sólo 26 horas desde que fue notificada de que debía apartarse interinamente de la presidencia cuando comenzó la conversación en el Palacio de Alvorada. Dice que trabajará en dos frentes, el jurídico y el político.
Por Darío Pignotti
Desde Brasilia
Dilma está apostada en una trinchera de cristal. Pasaron sólo 26 horas desde que fue notificada que debía apartarse interinamente de la presidencia cuando conversó con un reducido grupo de corresponsales extranjeros, incluído Página/12. El encuentro tuvo lugar en el Palacio de Alvorada, con sus columnas delgadas como cuellos de garzas y altísimas paredes de vidrio. Rouseff acusó de sabotaje a los políticos que impulsaron su salida del poder, empezando por los legisladores que bloqueron sus iniciativas económicas en el Congreso y luego votaron en favor de hacerle un juicio político. “Durante 15 meses sufrimos todo tipo de sabotaje para impedirnos gobernar. Primero cuestionaron que los votos fueron mal contados, cuando se demostró que estaban bien contados pidieron que se verificara si las urnas eran adecuadas. Fue creado un ambiente de inestabilidad. . . para después llegar indirectamente a la presidencia, ellos no tienen condiciones de llegar al gobierno por el voto directo. . .” comenta la presidenta suspendida en obvia alusión al mandatario interino Michel Temer, a quien las encuestas le otorgan dos por ciento de aprobación.. Partidos y personalidades progresistas de varios países criticaron el putch parlamentario perpetrado el miércoles pasado en el que se abrió un juicio político que la obligó a licenciarse del cargo por hasta seis meses.
Rousseff dice que trabajará en dos frentes, el jurídico y el político. “Sin dudas una de las cuestiones que nos va a ocupar es mi defensa porque ahora comienza el proceso, hasta ahora solo tuvimos la aceptación del inicio,” explica. Dice que el plan para derrocarla comenzó poco después de su reelección en octubre de 2014. “Soy alguien que gano una elección con 54 millones de votos, y ellos usan el impeachment para aplicar un programa que no fue votado y es distinto al mío. Mi programa era el de la inclusión social, de la retomada de crecimiento.
Está sonriente, presumiblemente cansada, en la cabecera de una mesa larga, viste un saco blanco, leve, y la acompaña su abogado y ex ministro José Eduardo Cardozo, el mismo que hace tres días advirtió sobre el riesgo de que la destitución de una presidenta sin ninguna mancha de corrupción puede convertir a Brasil en una “república bananera”. El nuevo tiempo político le demandará viajar para mantener en viva la confrontación contra el gobierno del “conspirador y usurpador” Michel Temer (dos adjetivos que usa a menudo pero no en esta rueda de prensa).
Se hace inevitable que ella y el Partido de los Trabajadores se reinventen para asumir su condición de opositores luego de trece años de actuar como oficialistas, un período en que cierta burocratización y aburguesamiento afectaron la relación con los movimientos sociales y los sindicatos. Fueron esas organizaciones las que movilizaron miles de personas ayer en Rio de Janeiro, el jueves en San Pablo y el miércoles en Brasilia. Un dato: las marchas politizadas de la izquierda paulatinamente comienzan a reconquistar las calles donde durante más de un año se impusieron las multitudinarias manifestaciones de la derecha antipolítica en la que abrevó el golpe.
La estrategia contra el gobierno de excepción está en vías de elaboración, pero su matriz es la de construir un Frente Amplio a la uruguaya, modelo defendido por Luiz Inácio Lula da Silva, que luego de algunos días sin aparecer públicamente el jueves fue al encuentro de Rousseff, a quien acompañó en su despedida del Palacio del Planalto.
“Tengo que hacer mi defensa política ante la sociedad, para eso viajaré a donde sea convidada para defenderme, para explicar las razones de este proceso que no tiene ninguna base jurídica, este impeachment es un golpe. . . creo que no voy a tener mucho tiempo para mis temas personales , todas la mujeres somos malabaristas para atender nuestras actividades personales”.
Consultada si esperaba recibir apoyo del gobierno argentino respondió que las autoridades extranjeras pueden empezar a manifestarse a partir del inicio del juicio político o cuando este haya emitido una sentencia.
“No lo espero ahora (al apoyo) cuando está en curso el proceso que empieza ahora, de aquí en más vamos a ver qué va a ocurrir, no puedo hacer hipótesis sobre cómo van a reaccionar (otros países)”.
La nueva administración de Temer lleva un día en el poder pero sus primeros anuncios demuestran que ser{e “liberal en lo económico y conservadora en lo político, social y cultural,” dice dilma.
La mandataria lamenta la composición del gabinete de Temer, criticado ayer también por Amnistía Internacional por su falta de diversidad. “Después de mucho tiempo no haya mujeres ni negros en el flamante gabinete. Vivimos en un país donde más del 50 por ciento de sus habitantes son mujeres. Las mujeres han demostrado ser extremadamente competentes, no me explico por qué no están representadas en el gabinete. Por otra parte Brasil tal vez haya sido el país que salió más tardíamente de la esclavitud, tengamos en cuenta que en Brasil la desigualdad tiene sus particularidades, es negra, es femenina y es infantil”.
También el Vaticano respaldó a la democracia, y parece preocupado con su degradación. Esta semana Francisco rezó por la “paz y armonía” brasileñas y conversó con una conocida activista y actriz, Leticia Sabatella, de quien recibió una carta sobre “el golpe de estado”. Ayer, Dilma dijo que admira a Francisco. “Si el papa me convida tenga la seguridad de que aceptaría porque tengo una inmensa admiración por el papa Francisco. Tuve dos oportunidades de estar con él. Una fue durante las Jornadas Mundiales de la Juventud (julio de 2013), cuando él estuvo visitando Brasil y antes lo había visto en el Vaticano cuando él se tornó Papa”, en marzo de 2013, cuenta Dilma Rousseff al repasar como se forjó su buen diálogo con Jorge Mario Bergoglio, gracias al cual se recompusieron las relaciones diplomáticas entre el Vaticano y Brasilia, deterioradas desde que Benedicto XVI apoyó a la derecha en los comicios presidenciales de 2010.
“Yo creo que está cumpliendo un papel importante en el mundo. Francisco es un Papa que muestra estar adecuado al momento que vive el mundo, toma en cuenta las demandas del siglo XXI, como la cuestión de las mujeres, de los gays, es un Papa que no juzga a las personas, se preocupa aquellos que buscan una nueva patria en Europa” enumera a este diario.
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