EL MUNDO › UN AÑO ATRAS, GEORGE W. ANUNCIABA EL FIN DELOS COMBATES
¿Misión cumplida en Irak, Sr. Bush?
El 1º de mayo de 2003, Estados Unidos presumía que terminaba su misión militar. Pero confronta el actual escenario iraquí.
Ayer se cumplió un año desde que el presidente norteamericano George W. Bush proclamara el fin de la etapa de combates en Irak. En el puente de un portaaviones, con uniforme de piloto de combate y delante de un gran cartel en el que se podía leer “Misión Cumplida”, Bush decía que Estados Unidos había “prevalecido” y obtenido “una victoria” en la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, en el tiempo que pasó desde esa declaración han muerto casi 700 soldados de la coalición en el país árabe. Nunca antes en la historia moderna, una posguerra tuvo tantos muertos. Hay cuatro veces más muertos que durante la guerra misma. En abril, han muerto casi 140 norteamericanos, una cantidad que supera por mucho cualquier otro mes desde que comenzó la invasión en marzo de 2003. Pero Bush dijo ayer que la ocupación de Irak ha sido “una de las más rápidas, más exitosas y humanitarias campañas en la historia militar”.
“Nuestra coalición está aplicando una estrategia clara en Irak”, dijo el mandatario norteamericano en su programa de radio de los sábados. Además, defendió sus declaraciones del año pasado y advirtió que la violencia en ese país se intensificará antes de la proyectada transferencia de soberanía el próximo 30 de junio. Bush no hizo referencia a las numerosas bajas registradas este mes. Una encuesta del New York Times y CBS indica que por primera vez son mayoría los norteamericanos que opinan que la guerra fue un error. El porcentaje de los que apoyan la guerra en EE.UU. bajó un diez por ciento en comparación con el mes pasado. El resultado coincide con una consulta que realizaron CNN y USA Today en Irak, que muestra que una amplia mayoría se alegra de que Saddam ya no gobierne, pero ve a los aliados como ocupantes y no liberadores.
El Partido Demócrata respondió ayer al discurso radiofónico de Bush con el testimonio de un veterano de la guerra de Irak en el que critica las enormes carencias constatadas en la preparación material y política de la operación militar. “Sr. presidente, nuestra misión no está cumplida”, afirmó el teniente Paul Rieckhoff, que sirvió durante 10 meses en Irak al frente de un pelotón de 38 soldados estadounidenses hasta febrero pasado. En un espacio pagado por la campaña del candidato demócrata John Kerry, Paul Rieckhoff afirma que “desde nuestra llegada a Bagdad, descubrimos rápidamente que las personas que habían preparado esta guerra no estaban listas. No había suficientes vehículos, ni municiones, ni material médico, ni agua. Patrullamos las calles de Bagdad con 50 grados (de temperatura) con una sola botella de agua por soldado. No había suficientes chalecos antibalas, dejando a mis hombres expuestos a los disparos, protegidos solamente con los chalecos de la época de Vietnam”, agregó.
El viernes, el popular programa periodístico Nightline dedicó 40 minutos a la lectura, por parte de su presentador Ted Koppel, de los nombres de todos los soldados caídos en Irak, tanto en combate como en accidentes. La lectura de nombres de las bajas en el programa de televisión trajo algunas condenas de quienes apoyan a Bush. Una empresa propietaria de 62 estaciones de televisión boicoteó el programa e indicó que consideraba la presentación de Koppel como un intento de influenciar a la opinión pública para volcarla contra la guerra. Ningún canal de televisión iraquí podría replicar este gesto por sus propios muertos ya que ni siquiera hay cifras certeras de la cantidad de iraquíes que han muerto. Las fuentes más confiables dicen que han muerto 7000 militares iraquíes y más de 11.000 civiles, casi 1400 en el mes pasado.
Tras semanas de bombardeos y de asedio estadounidense, ayer ingresaron los primeros soldados iraquíes para controlar la seguridad en la ciudad de Faluja. La nueva fuerza de seguridad, dirigida por un general del antiguo ejército de Saddam Hussein fue recibida con entusiasmo y considerado como una victoria de la resistencia. En un comunicado, los marines afirmaron que seguirán presentes en y alrededor de Faluja “hasta que el batallón confirme su capacidad para mantener las posiciones que se le atribuirán”. Dos soldados estadounidenses murieron y otros seis resultaron heridos al estallar un coche bomba cerca de la principal base militar estadounidense en ese bastión de los sunnitas.