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Más de un millón de cubanos se concentraron en la Plaza de la Revolución con motivo del 1° de mayo. En un discurso ante la multitud el presidente Fidel Castro sugirió a su homólogo estadounidense George W. Bush “serenidad” y no “dejarse arrastrar por raptos de ira o de odio”.
Varias ciudades de América latina fueron también escenario de numerosas marchas de los trabajadores. Las dos principales sindicales de Brasil realizaron multitudinarios actos en San Pablo, que congregaron a más de 1,7 millón de personas, en reclamos contra la política económica del gobierno de Lula da Silva. En Venezuela, la fecha fue una nueva ocasión para 70 mil entre opositores y simpatizantes al gobierno del presidente Hugo Chávez midieran fuerzas, marchando divididos en Caracas. En Bolivia, la Central Obrera Boliviana (COB) llamó a una huelga indefinida a partir de mañana en protesta contra el gobierno de Carlos Mesa.