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Por Andrew Buncombe *
Desde Washington

El presidente Bush, acompañado por su abogado, fue interrogado ayer por más de una hora por oficiales que investigaban la filtración de la identidad de una agente encubierta de la CIA por parte de la Casa Blanca. El interrogatorio fue confirmado por su vocero. La agente encubierta es Valerie Plame, la esposa del ex embajador Joe Wilson. Se acusa a la Casa Blanca de actuar por venganza después de que Wilson revelara que la acusación de la Casa Blanca de que Irak intentaba desarrollar armas de destrucción masiva era falsa. La filtración de la identidad de un agente encubierto es un delito federal y Bush siempre dijo públicamente que quiere que su equipo colabore. “La filtración de información clasificada es un asunto muy serio”, dijo su vocero, Scott McClellan. Cuando se le preguntó si Bush había respondido todas las preguntas, McClellan dijo: “El presidente estaba contento de poder cooperar con la investigación. El presidente se complace con compartir cualquier información que tenga y contestar sus preguntas”. Bush, que fue interrogado por 70 minutos, recientemente contrató a un abogado criminal después de que los investigadores dejaron en claro que querían conversar con él. La identidad de Plame fue hecha pública por el columnista de un periódico de derecha, Robert Novak, que dijo que recibió la información de “dos altos funcionarios de la administración”. Las sospechas se orientaron en un momento a la oscura figura de Karl Rove, maquiavélico jefe de campaña de reelección de Bush.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.