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La carrera de los escándalos político-sexuales en Estados Unidos está lejos de agotarse con la era Clinton (y con su Partido Demócrata). Un candidato del Partido Republicano para el Senado de Estados Unidos renunció ayer a presentarse a las elecciones de noviembre, luego de que se revelara su afición a asistir a clubes de intercambio de parejas.
Jack Ryan, de 44 años, y que aventajaba holgadamente a sus rivales demócratas cuando estalló el escándalo, anunció que renunciaba a presentarse como candidato al Senado por el estado de Illinois (norte), para evitar una “campaña brutal”. Cuestionado por la prensa, un tribunal de Los Angeles reveló a principios de la semana que Ryan fue acusado por su ex esposa de haberla forzado a seguirlo a clubes privados para tener relaciones en público. Jeri Lynn Ryan, una actriz que actuó en la película Star Trek, acusó a Jack Ryan, luego de haberse divorciado en 1999, de haberle pedido de hacer el amor con él delante de otras personas en un club de intercambio de parejas en Nueva York. La joven mujer aclaró que ella no aceptó las demandas de su esposo y que éste no volvió a insistir. En un primer momento Ryan desmintió estas afirmaciones y decidió mantener su aspiración. Su adversario demócrata, Barak Obama, prometió no explotar este escándalo, pero los responsables locales del partido republicano presionaron para que se retirara, considerando que los electores juzgarían su conducta como “repugnante”.