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El director Michael Moore estrenó esta semana su documental Fahrenheit 9/11, un arma de grueso calibre contra George W. Bush. Un aviso de propaganda de Bush establece un paralelo de imagen entre Kerry, Moore y Hitler. El cineasta acusó a los conservadores de Estados Unidos de querer privarlo de su derecho constitucional a la libre expresión, al buscar limitar la difusión de su película. “Es una violación de la Primera Enmienda” de la Constitución estadounidense sobre el derecho a la libre expresión, indicó Moore en referencia a una posible decisión de la Comisión Electoral Federal (FEC) que le impediría promocionar su documental en radio y televisión después del 30 de julio.
Según los argumentos presentados por el jefe de servicios jurídicos de la FEC ante la Comisión, los productores de documentales políticos no deberían divulgar spots publicitarios de films que nombren a candidatos en los 60 días precedentes a las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre próximo. Este argumento se apoya, según explicó, en los términos de la nueva ley sobre financiamiento de las campañas electorales, que prohíbe a las empresas privadas financiar mensajes promocionales a favor de un candidato antes del escrutinio. “Cómo puede ser que no pueda publicitar mi película, no es más que un film y nunca apoyé públicamente a John Kerry ni soy miembro del Partido Demócrata”, declaró Moore. Move America Forward, un grupo que junta fondos para el Partido Republicano, llama en su página web a boicotear la película con una acción a nivel nacional. Según este grupo, son organizaciones terroristas las que se encargan de la difusión de la obra de Moore y por eso piden a los cines que no exhiban la cinta, a la que consideran “un video de formación de Al Qaida”.
El experto en medios del Center for Media and Public Affairs de Washington, Matthew Felling, considera que la cinta, que muestra a Bush como fracasado en la lucha contra el terrorismo, amigo íntimo de ricas familias sauditas y marioneta de las grandes empresas estadounidenses, solamente reafirmará en sus convicciones a los opositores a Bush. Los votantes de los republicanos, sin embargo, no cambiarán de opinión aunque vean la película. Sin embargo, el politólogo Stephen Farnsworth, del Mary Washington College, cree totalmente posible que la cinta movilice a los votantes en contra de Bush debido a su “formato de entretenimiento”.
El destacado escritor estadounidense Ray Bradbury fustigó a Moore por haber utilizado sin su permiso el título de su novela Fahrenheit 451 para el documental e instó éste a “devolverle” el título de su novela. Fahrenheit 451, una utopía negativa sobre un mundo sin libros, es también la medición de la temperatura a la que arde el papel.