EL MUNDO › RELATOS DE LOS TESTIGOS Y LOS PADRES EN BESLAN

Un fatídico regreso a clase

Por Andrew Osborn *
Desde Mineralnye Vody

Ayer debió ser un día tranquilo para intercambiar historias sobre las largas vacaciones de verano; un día para reunirse con amigos y jugar a la hora de almorzar para los 400 niños y maestros de Beslán, una pequeña ciudad en Osetia del Norte. No podían saber los horrores que les depararía este primer día de clase. Esta fecha, el 1º de septiembre, será un día de infamia en la república caucásica después de que los combatientes chechenos irrumpieran en las clases en Beslán. El ataque comenzó poco después de empezar la escuela. Vestidos de negro y usando máscaras, 17 atacantes fuertemente armados, incluyendo por lo menos a cuatro mujeres usando cinturones con bombas suicidas, irrumpieron en el edificio.
Después de disparar las ametralladoras, los niños fueron puestos contra las ventanas para impedir las operaciones de rescate y que los francotiradores rusos mataran a los terroristas. Horas más tarde, un mensaje escalofriante fue emitido a las fuerzas de seguridad y a los padres desesperados. Los terroristas matarían a 50 niños por cada uno de su banda que muriera. Una herida a un combatiente resultaría en la muerte de 20 niños. Los padres que esperaban afuera estaban enloquecidos. “Cada disparo que oigo es como un disparo a mi corazón”, dijo una madre. Se informó que unos 50 niños habían escapado en la confusión inicial. El hospital local estaba cuidando de por lo menos 11 víctimas heridas graves. A medida que la oscuridad avanzaba sobre el día inimaginable, sin un final a la vista para el calvario de los niños, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se enfrentaba a la peor crisis de su presidencia. Anoche los combatientes amenazaban con hacer explotar toda la escuela si las fuerzas federales trataban de entrar. El gimnasio de la escuela primaria, hacia donde llevaron a los rehenes, había sido minado.
Cientos de tropas armadas con ametralladoras rodearon la escuela anoche, mientras las autoridades trataban de abrir las negociaciones. Un líder local musulmán entró a la escuela para actuar como mediador, pero los rebeldes dijeron que sólo tratarían con altos funcionarios, sugiriendo al presidente de Osetia del Norte.
Un testigo del ataque de ayer a la escuela dijo que no se dio cuenta de lo que sucedía cuando los terroristas irrumpieron en el edificio. Zaurbek Tsumartov, un adolescente, le dijo a la televisión local: “Estaba parado cerca de las puertas de la escuela cuando vi a tres personas con armas correr. Al principio pensé que era una broma, pero luego comenzaron a disparar al aire. Entonces corrí”. Los testigos cercanos a la escuela informaron haber escuchado disparos esporádicos al comienzo de la tarde. Las fuentes rusas dijeron que los combatientes habían abierto fuego sobre un vehículo blindado para transporte de tropas con un lanzador de granadas. Los combatientes aparentemente son miembros de Ingush Djamaat, un grupo armado con base en Ingushetia, una pequeña república que, como Osetia del Norte, linda con Chechenia. El grupo tiene vínculos cercanos con el jefe checheno Shamil Basayec. Las autoridades cerraron todas las rutas hacia Osetia del Norte para evitar que llegaran refuerzos rebeldes. También clausuraron el aeropuerto local.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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