EL MUNDO › TRAS EL DRAMATICO FINAL EN EL COLEGIO EN OSETIA DEL NORTE
El documento del horror en las aulas
Un video difundido ayer mostró imágenes desde adentro del gimnasio en donde estuvieron agolpados por tres días los rehenes de Beslán.En Rusia, cientos de miles se manifestaron contra el terrorismo.
Por Mary Dejevsky*
Desde Moscú
La televisión rusa emitió las primeras imágenes desde adentro de la escuela durante la toma de rehenes, que muestran a los captores enmascarados y las bombas atadas a los aros de básquet en el gimnasio. Las imágenes se mostraron poco después de que cientos de miles de rusos se manifestaran a través del país para denunciar el terrorismo, impactados por la masacre de los niños inocentes al terminar el sitio de tres días a la escuela. El video mostraba a los niños sentados, y a sus maestros, algunos de ellos semidesnudos por el calor, apretujados en el gimnasio donde fueron puestos por sus captores, que incluían a un hombre fuertemente armado y enmascarado y una mujer con un turbante negro estilo árabe. Se podía ver a uno de ellos hablando por un teléfono celular durante el video de un minuto y medio. No estaba hablando ruso, una posible confirmación de la controvertida declaración de las autoridades rusas de que los secuestradores eran terroristas internacionales.
Ayer, respondiendo a los llamados del partido del presidente Vladimir Putin, más de 130.000 personas convergieron a la Plaza Roja. Convenientemente, la lluvia paró dos horas antes de la manifestación de la tarde. Oleadas de personas cruzaron el puente hacia los muros del Kremlin llevando banderas rusas y soviéticas. Sus estandartes proclamaban: “Los niños son nuestro futuro, defendámoslos”. “El corazón de Rusia está hoy en Beslán”, decía otro. Otros estandartes tenían un mensaje políticamente más directo: “No les entregaremos Rusia a los terroristas” y “El enemigo será aplastado: la victoria será nuestra”. Más de 394 personas, incluyendo 156 niños, murieron en el dramático y sangriento sitio, cuando las fuerzas rusas irrumpieron en la escuela de Osetia del Norte donde los rehenes estaban cautivos por los comandos suicidas que pedían la independencia de Chechenia.
La manifestación fue muy publicitada en la televisión del Estado durante dos días, y algunos participantes dijeron que se les había dicho “cuándo y dónde” ir. La seguridad fue reforzada. Los oradores repetían las declaraciones de Putin de que los terroristas deben ser aplastados. Pero no había dudas de que toda la nación rusa quería expresar su solidaridad con las víctimas. Manifestaciones similares sucedieron en toda Rusia, incluyendo Vladikavkav, la capital de Osetia del Norte, donde los oradores pedían la renuncia de los políticos locales. Protestas más pequeñas contra el terrorismo también tuvieron lugar en las capitales de las ex repúblicas soviéticas, incluyendo a Ucrania, donde los automovilistas en Kiev tocaron bocinas, y en Kazakhstán. Los políticos de la oposición dijeron que la manifestación de Moscú fue armada para contrarrestar la crítica por el manejo de la crisis por parte del Kremlin, que terminó con el desprolijo ataque a la escuela el viernes cuando los locales armados rompieron el cordón de seguridad.
En una reunión de cuatro horas con académicos en su residencia, que duró hasta la medianoche, anteayer Putin criticó mordazmente a los llamados de Occidente para que él negocie con los separatistas chechenos. “Nadie tiene el derecho de aconsejarnos así. Yo no les aconsejo a ustedes que se reúnan con Osama bin Laden, lo inviten a Bruselas y a la OTAN y a la Casa Blanca; que mantengan conversaciones con él y que les diga lo que quiere así ustedes lo dejan tranquilo. Pero ustedes nos dicen que debiéramos hablar con todos, incluyendo con asesinos de niños.” El ministro de Defensa ruso, Sergei Ivanov, dijo ayer que “ni un solo checheno” había sido identificado entre los cuerpos de los 30 secuestradores. Dijo que había un ruso y un par de ingushetios entre los secuestradores muertos, la mitad de los cuales deben haber sido identificados ya. Pero las autoridades rusas parecen poco dispuestas a dar detalles por temor a desatar ataques vengativos por parte de los rusos sobre los grupos étnicos involucrados en el hecho.
Tres secuestradores fueron capturados por las fuerzas rusas, y uno acusó al electo líder separatista checheno Aslan Maskhadov y al señor de la guerra checheno Shamil Basayev de haber ordenado la toma de rehenes. El vocero de Maskhadov, Akhmed Zakayev, negó que el líder checheno estuviera involucrado y dijo que el ataque apuntaba a desacreditar la facción de Maskhadov. La Unión Europea propuso una solución política al conflicto checheno que lleva 10 años y enfureció a las autoridades rusas al pedirles una explicación por la conducta de las fuerzas especiales rusas. “¿Qué hubieran dicho los españoles si les hubiéramos pedido que explicaran sus acciones después de las bombas de Madrid?”, dijo una fuente del Ministerio de Defensa ayer, incapaz de contener su enojo.
Putin, aunque por momentos estaba enojado, dio una actuación controlada cuando apareció en Novo-Ogarevo, afuera de Moscú. Sólo cerró sus puños y movió las manos cuando criticó los informes occidentales por llamar rebeldes a los secuestradores y no “terroristas”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.