EL MUNDO › 11-S X 3
CONMOVIDA EVOCACION DE LOS MUERTOS POR LOS CUATRO ATAQUES
El día que el silencio ganó a EE.UU.
Ayer fue día de estremecida conmemoración del 11 de septiembre, pero también, como dijo el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, de “llamado a las armas” y, por encima de todo, a las urnas. “Tres años atrás, la lucha del bien contra el mal fue reducida a una sola mañana. Venceremos a este enemigo. Estados Unidos continuará a la ofensiva y perseguirá a los terroristas”, proclamó George W. Bush en un mensaje televisado desde la Casa Blanca.
Por Cole Moreton *
Mientras el sol se ponía ayer por la noche en Manhattan, haces de luz se proyectaron hacia el cielo para representar las Torres Gemelas del World Trade Center destruidas el 11 de septiembre de 2001. Sonaron las alarmas de los bomberos se depositaron flores y se recitaron nombres en todo Estados Unidos, pero el recordatorio más conmovedor en honor de las 2995 personas que murieron fue el silencio. Exactamente tres años después de que los aviones secuestrados, llenos de combustible, chocaran contra las Torres Gemelas de Nueva York, el Pentágono en Washington y un campo en las afueras de Pennsylavania, las multitudes permanecieron de pie en silencio para recordar a los muertos.
“Un hombre que pierde a su esposa es un viudo”, dijo Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, que lloró durante la ceremonia en el sitio de las Torres Gemelas. “Una mujer que pierde a su esposo es un viudo. No hay manera de llamar a un padre que pierde a un hijo, ya que no hay palabras para describir ese dolor.” Un año después de la tragedia, los nombres de los muertos fueron leídos por funcionarios. El año pasado fueron leídos por niños. Esta vez fue el turno de los padres y de los abuelos. “Todos los días son difíciles, pero este día es un poco más difícil”, dijo Nancy Brandemarti, que perdió a un hijo y presenciaba la ceremonia en la Zona Cero por primera vez. “Este día es solamente un día para pensar en él.” Las familias aguardaban la lectura del nombre de su ser querido y luego se dirigían a dos pequeños estanques que marcaban la huella de las Torres Gemelas a depositar flores y notas de recuerdo. Otros llevaban retratos con mensajes que combinaban tristeza con expresiones de ira, deseos de venganza y algún que otro reproche a las autoridades, acusada por algunos familiares de no haber explicado suficientemente las circunstancias que permitieron los atentados.
“Esperando justicia”, decía una de las pancartas. Siete pisos bajo el nivel del suelo, los rescatistas habían peinado los escombros con rastrillos. El trabajo para identificar a 20.000 pedazos de restos humanos que se recuperaron todavía continúa. Este tercer aniversario será quizá la última oportunidad para las familias de descender hasta el hueco dejado por las Torres Gemelas, dado el avance de los planes de reconstrucción. También hubo ceremonias en Washington y en el campo donde cayó el vuelo número 93 después de que los pasajeros intentaron luchar contra sus secuestradores.
“Tres años atrás, la lucha del bien contra el mal fue reducida a una sola mañana. En el espacio de sólo 102 minutos, nuestro país perdió más ciudadanos de los que se perdieron en el ataque de Pearl Harbor”, afirmó el presidente George W. Bush en un mensaje por televisión desde Washington. “El tiempo pasó, pero los recuerdos no se borran”, añadió. Bush pronunció su discurso poco después del minuto de silencio que se llevó a cabo en la Casa Blanca en honor a las víctimas del 11-S. “Venceremos a este enemigo”, dijo, agregando que Estados Unidos “permanecería a la ofensiva y perseguirá a los terroristas”. En Virginia, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, en el Cementerio Nacional de Arlington, calificó el 11-S como un “llamado a las armas”. Dijo que un “mundo incierto mira hacia Estados Unidos” y que el enemigo “se enfrenta al arsenal de una nación decidida despertada por el peligro”.
En Afganistán, un comandante norteamericano advirtió que Osama bin Laden y su segundo todavía estaban dando órdenes de ataques. El mayor general Eric Olson, un neoyorquino, habló en una ceremonia en la base principal de Estados Unidos en Bagram, al norte de Kabul. Los soldados se reunieron en una carpa polvorienta para escuchar lecturas de la Biblia y del Corán, canciones patrióticas y discursos.
Se realizaron ceremonias simbólicas en diversas ciudades. Un imán de Florencia donó sangre junto con una decena de fieles de la mezquita que dirige en un gesto “simbólico”, en memoria de las víctimas. En Gran Bretaña, rosas blancas, una por cada víctima británica del 11-S, fueron colocadas en un “jardín del recuerdo” frente a la Embajada de Estados Unidos en Londres.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.