EL MUNDO
Cómo hacer para vivir en medio de jefes traidores
Por medio de un video filmado mientras estuvo prisionero, el presidente Hugo Chávez acusó a sus propios mandos militares actuales de “traición” y “cobardía”. Hoy esos mandos hablan en el Congreso.
Venezuela entró ayer de lleno en la descripción de los detalles del fallido golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez el 11 de abril. En la noche del miércoles, la cadena de televisión privada Globovisión emitió un video grabado durante la detención de Chávez en la base militar de Turiamo, la noche del 11 al 12 de abril. Allí, el actual presidente venezolano acusa al alto mando militar de “traidor” y de “cobarde”, luego de contarle al oficial que lo custodiaba cómo y por qué los militares desobedecieron a Chávez, que pedía la aplicación del Plan Avila (entrada militar sobre Caracas en caso de desborde de las fuerzas de seguridad). Ayer también declaró ante la Asamblea Nacional, que investiga la intentona golpista, el efímero presidente de facto, Pedro Carmona, quien negó siquiera que se haya tratado de “un golpe de Estado”.
Hoy será el turno en el Parlamento unicameral venezolano del inspector general de las fuerzas armadas, general Lucas Rincón, y del general Manuel Rosendo, ex jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada, detenido bajo el cargo de “insurrección militar”. Y son justamente Rincón y Rosendo los que aparecen en primer plano en el relato de Chávez en el video, del cual Globovisión no dijo cuál es su origen. Chávez le cuenta a su carcelero que ordenó la aplicación del Plan Avila (de entrada militar sobre Caracas en casos de desborde de las fuerzas de seguridad), pero sin obtener a nadie que le obedezca. Primero se lo ordenó a Rosendo, “y se me escondió”. “Se lo dije después a Lucas Rincón, quien me dijo que hay que pensarlo”, continuó. “Entonces agarré un radio y empiezo a buscar la red y agarro a (el general Alfredo) García Carneiro, comandante de la brigada de Fuerte Tiuna. Le digo, ‘García Carneiro, ¿qué está pasando?’” Y García Carneiro le habría respondido: “Coño mi comandante, no sé, a mí me están buscando para meterme preso. Hay una insurrección militar”. Y ahí Chávez concluye: “Lo que pasa es que algunos de ellos estaban comprometidos con el general Efraín Vásquez Velasco, ex jefe del ejército, que apoyó el golpe. ¡Traidores! ¡Cobardes!”. Pero es una incógnita hasta dónde llega la traición: Vásquez y Rosendo están siendo investigados, pero Rincón fue elogiado por Chávez.
El interrogatorio a Carmona buscó ayer establecer hasta dónde estuvo planeada la intentona golpista. Tal como dijo en otras ocasiones, Carmona se atajó antes: “No hubo rebelión, ni golpe de Estado contra el presidente, hubo vacío de poder”. Carmona señaló que asumió la presidencia interina del país porque un grupo de militares le pidió que lo hiciera ante la renuncia de Chávez. Así, el presidente por un día reconoció que jamás tuvo en sus manos el texto de la renuncia de Chávez y le pasó la pelota a Rincón, que fue quien anunció la dimisión, aunque él tampoco, según dijo en estos días, vio ese texto. Respecto del otro “rastro” de la conspiración, esto es, la desviación de la marcha opositora del 11 de abril hacia el Palacio de Miraflores (que terminó con enfrentamientos y al menos 20 muertes), Carmona dijo que él no quería que la marcha llegara allí pero que los manifestantes estaban completamente desbordados y que no pudo contenerlos. También descartó la participación de cualquier partido político en los hechos, más concretamente del ex presidente Carlos Andrés Pérez.
Chávez se reunió ayer con el general retirado Francisco Arias Cárdenas, que fue el candidato que lo enfrentó en los comicios presidenciales del 2000. Arias le pidió al presidente que se haga “un referéndum consultivo como una salida para que se pronuncie el pueblo y una vía para que se legitime el poder y haya cambios”. Este tipo de referéndum está previsto en la Constitución bolivariana, y aunque Chávez en un principio dijo que estaba dispuesto a convocarlo, la semana pasada desafió a la oposición a que espere “hasta el 2004” para ir directamente a un referéndum revocatorio, también previsto en la Constitución: esto es, que si lo pierde, Chávez se tendría que ir.