ECONOMíA › DOLAR A 3,15 CON TASAS POR ENCIMA DEL 100 POR CIENTO
El verde estaba agachado
La cotización del billete pegó un salto poniendo nuevamente en alerta al Gobierno. El drenaje del corralito y maniobras de los exportadores dispararon al verde. También la situación política.
Por Claudio Zlotnik
El dólar que se opera “por cuenta y orden” del Banco Central registró ayer una suba del 6,1 por ciento, al cerrar en 3,05 pesos para la compra y 3,15 para la venta. En el mercado libre terminó vendiéndose entre 3,20 y 3,25 pesos en las distintas casas de cambio. La intervención del Central, por 20 millones de dólares, se dirigió exclusivamente al segmento minorista. El alza se dio a pesar de que el Gobierno pagó una tasa de interés record del 107 por ciento anual en la colocación de 45,8 millones de pesos en Letras. En medio de la volatilidad del mercado cambiario, los exportadores no liquidaron divisas, aunque tienen montada una estrategia para seguir operando sin traer los dólares a la plaza local (ver recuadro). En la city dicen que la suba del dólar es emergente de la crisis política.
Financistas consultados por este diario coincidieron en que el nuevo gabinete de Eduardo Duhalde les confirmó que el Gobierno quedó debilitado tras la última crisis. Según ese análisis, el dato central radica en que Duhalde no logró sumar a los gobernadores (o a quienes ellos designaran) al equipo oficial. Y que sin ese respaldo, el Gobierno puede ver en riesgo su continuidad. Otro de los motivos que alteró a los operadores fue la demora del Congreso en sancionar dos leyes reclamadas por el FMI: la de subversión económica y la de quiebras. Esta situación pone en alerta rojo la posibilidad de un rápido acuerdo con el Fondo Monetario. No hay que olvidar que la sanción de esas normas figura en el documento de 14 puntos rubricados hace una semana entre el Ejecutivo y los mandatarios del interior.
No bien se iniciaron las operaciones “por cuenta y oren del BCRA”, el dólar cotizó en los mismos valores que la jornada anterior: 2,87 para la compra y 2,97 pesos para la venta. Pero la estabilidad duró apenas 15 minutos. A las diez y cuarto, la moneda estadounidense ya reflejaba las tensiones políticas y se encontraba a 2,95/3,05. De ese nivel saltó a 2,98/3,08 a la una y cuarto de la tarde. Y poco antes del final, cerca de las tres de la tarde, aumentó a 3,05/3,15 pesos. Estas variaciones, ordenadas desde la mesa de dinero del Banco Central, eran un fiel reflejo de la suba del dólar en el mercado mayorista, donde operan los grandes jugadores, y el que en definitiva marca la pulsión del dólar. En el segmento mayorista se negociaron 123 millones de dólares, la cuarta parte de lo que se transó en los días más tensos después de la devaluación. Sin embargo, esta vez el Central optó por no intervenir en el mercado –tal como lo reclama el FMI– y se limitó a abastecer de billetes a los minoristas, por un total del 20 millones de dólares. El hecho de que el Central no interviniera en el segmento mayorista generó especulaciones entre los financistas. Algunas hacían mención a la posibilidad de que el BC dejaría escapar al dólar para presionar al poder político para que se cumplan con las exigencias del Fondo.
Ayer se formaron largas filas en las casas de cambio y bancos del microcentro porteño. Para comprar billetes en el mercado “oficial” –hasta un máximo de 500 dólares por persona–, la gente esperó entre una hora y media y dos horas, aunque hubo quienes evitaron las colas pagando el dólar hasta 3,25 pesos, en el mercado libre.
Con la llegada de Roberto Lavagna a Economía, el dólar había bajado desde el máximo de 3,30 pesos de antes del feriado cambiario y la remoción de Remes Lenicov. Pero la tendencia duró apenas 48 horas. En el Gobierno desdramatizaron la situación. En el Central dijeron que existió una presión compradora por parte de los importadores. Y en Economía añadieron que los exportadores no vendieron divisas por la huelga que afectó al sector en los últimos días. Sin embargo, fuentes de la city confiaron que las exportadoras instrumentaron un mecanismo para evitar la liquidación de divisas.