EL MUNDO › BERLUSCONI ANUNCIO LA RETIRADA DE SUS TROPAS DE IRAK
Cuando el amigo italiano se va
Presionado por la opinión pública, el premier italiano anunció la retirada progresiva de sus 3200 soldados de Nasiriya.
Por Enric González*
Desde Roma
Se va un aliado. Italia anunció que empezará a retirar sus tropas de Irak en septiembre próximo. El presidente del gobierno, Silvio Berlusconi, efectuó el anuncio en un programa de televisión emitido anoche y lo justificó por la presión de la opinión pública. El ritmo de regreso de los 3200 soldados italianos de la misión Antigua Babilonia “dependerá de la capacidad del gobierno iraquí para dotarse de estructuras de seguridad aceptables”, declaró Berlusconi, quien dijo haber hablado del asunto con el primer ministro británico, Tony Blair. “La opinión pública de nuestros países espera esta decisión”, agregó. Hasta ahora 20 países han decidido retirar sus tropas de Irak.
Berlusconi elogió el “comportamiento responsable” de la oposición, contraria desde el inicio al envío de soldados, y afirmó que la misión militar italiana había tenido resultados “muy positivos”, pero no fijó fecha para la conclusión de la retirada. El presidente del gobierno italiano había demostrado ser, en los pasados dos años, el más fiel aliado continental de Estados Unidos. Italia no participó militarmente en la invasión, pero envió el máximo contingente disponible (por razones operativas, sólo puede mantener unos 12.000 soldados en el extranjero y los que no están en Irak forman parte de otras misiones) y Berlusconi repitió una y otra vez que no ordenaría la retirada “ni un día antes de lo necesario” y que cualquier decisión sería acordada con Washington.
Ni la mayoritaria oposición popular a la guerra, ni el atentado de Nasiriya en noviembre de 2003, que causó la muerte a 19 italianos y nueve iraquíes, ni los secuestros, ni el asesinato de cuatro rehenes (el guardaespaldas Fabrizio Quattrocchi, el periodista Enzo Baldoni, el empresario ítalo-iraquí Ayad Anwar Wali y el presunto mercenario Salvatore Santoro) ni el incidente del 4 de marzo, en el que disparos de tropas estadounidenses causaron la muerte del agente secreto Nicola Calipari, habían hecho titubear la determinación de Berlusconi. Ayer mismo se produjo la última baja mortal italiana, la número 28: un sargento de paracaidistas, Salvatore Marracino, falleció durante un entrenamiento en Irak al dispararse accidentalmente su arma.
Estados Unidos restó importancia al retiro italiano de Irak y descartó que esté relacionado con la muerte de Calipari. “Apreciamos la contribución de los italianos. Ellos han trabajado y se han sacrificado a la par de los iraquíes y de las otras fuerzas de la coalición”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan. Subrayó que el retiro de Italia “estará fundado en la habilidad y capacidad de las fuerzas iraquíes y del gobierno de Irak para asumir mayores responsabilidades”.
La tenacidad exhibida hasta el momento hacía suponer que la decisión de empezar a poner fin a la misión había sido coordinada con George W. Bush y con Tony Blair. También debía considerarse la relativa proximidad de las elecciones generales, dentro de un año: si la retirada empezara, como se prevé, en septiembre, Berlusconi podría llegar a las urnas habiendo dejado a sus espaldas la impopular participación en el conflicto iraquí y, por tanto, sentirse libre de una hipoteca muy pesada.
El lugar elegido para el anuncio resultó polémico y muy típico de Berlusconi. En lugar de acudir al Parlamento, donde ayer mismo se votaba una prórroga de seis meses (a contar desde el 1° de enero) en el presupuesto que financia la misión militar en Irak, dio la noticia en un popular programa nocturno de televisión, Porta a porta, el mismo en el que antes de las elecciones de 2001 había firmado la lista de promesas electorales denominada “Contrato con los Italianos”.
En el mismo programa, Berlusconi acusó de imprudente a la ex rehén Giuliana Sgrena (“permaneció en una mezquita más de cuatro horas, dando todo el tiempo necesario a quien quisiera organizar su secuestro”) y renovó su exigencia de claridad sobre el incidente que, durante la liberación de la periodista, causó la muerte del agente Calipari por fuego amigo norteamericano. “Hubo un error grave y hay que localizar al responsable”, declaró el presidente del gobierno italiano. El informe conjunto ítalo-americano sobre los hechos debería hacerse público, añadió, “antes de un mes”.
La oposición, que desconocía las novedades sobre Irak en el momento de votar, se opuso a la prórroga del presupuesto, pero retiró sus enmiendas al decreto-ley gubernamental porque consideró que lo apropiado era un debate global sobre el sentido de la misión. El fragmento más centrista de la Unión, la gran coalición opositora dirigida por Romano Prodi, se alineó con el gobierno, lo que produjo un claro resultado de 246 por el sí, 180 por el no y ocho abstenciones. El Senado ya había dado su aprobación a la prórroga el 16 de febrero. Ello asegura la cobertura financiera de Antigua Babilonia hasta finales de junio próximo. La siguiente prórroga debería debatirse y votarse hacia octubre o noviembre, ya con la retirada en marcha.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.