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La amenaza de una guerra civil religiosa –si no de operaciones de limpieza étnica– volvió a planear ayer sobre Irak. Un grupo sunnita mantenía anoche a unas 80 personas como rehenes a los que amenazaba con matar si la población chiíta no evacua la ciudad de Madean, distante 30 kilómetros de Bagdad, informaron voceros del ejército iraquí. El rapto, que se produjo en medio de distintos episodios de violencia que dejaron 16 muertos, subraya las tensiones tras las elecciones parlamentarias, que fueron ganadas por la mayoría chiíta y la minoría kurda y boicoteadas por los sunnitas.
Voceros del ejército iraquí dijeron que los grupos sunnitas se desplazan en automóviles por las calles de Madean, con altoparlantes desde los cuales exhortan a los pobladores chiítas a abandonar sus casas. En la ciudad de Madean, conviven sectores chiítas y sunnitas. Por otra parte, siete iraquíes resultaron muertos, entre ellos tres policías, al explotar una bomba en un restaurante ubicado junto a un edificio judicial en Baba, 60 kilómetros al norte de Bagdad, informaron fuentes locales. Un soldado norteamericano murió en un ataque rebelde contra la base estadounidense en Tikrit, 180 kilómetros al norte de Bagdad, anunció el ejército de EE.UU. En el este de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, un policía iraquí fue muerto cuando concluía su jornada de trabajo, en un ataque de la resistencia, señalaron voceros de seguridad. Poco después, un soldado iraquí murió y otro resultó herido, en un nuevo ataque en la región sur de la misma ciudad. Ambos eran integrantes de la guardia personal de un general del ejército. Otro soldado, a cargo de la custodia de instalaciones petroleras de la región de Baiji, 200 kilómetros al norte de Bagdad, fue muerto en un enfrentamiento, y en la misma zona, un camionero murió cuando su vehículo se incendió tras pisar una mina.
En episodios en el norte de Bagdad, reportados por fuentes locales, dos soldados iraquíes murieron a raíz de la explosión de bombas en Touz y Samarra, en el llamado “triángulo sunnita”. En Mosul, norte del país, un suicida condujo un ataque con coche bomba contra un convoy estadounidense, lo que provocó su muerte y heridas a un civil. Un civil iraquí murió y tres resultaron heridos en un ataque con coche bomba contra un convoy militar en la región oeste de Bagdad. Y un explosivo lanzado contra un convoy estadounidense provocó la muerte de un soldado norteamericano en cercanías de Taji, 20 kilómetros al norte de Bagdad.