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El presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Mierelles, está en problemas. Ayer a la tarde, el Tribunal Supremo Federal falló a favor de iniciarle una investigación por presunto delito contra el sistema financiero, remesas ilegales giradas al exterior y enriquecimiento ilícito. La semana pasada la Corte le había concedido a Mierelles el status de ministro por lo que sólo puede ser juzgado en esta instancia judicial. Mientras el gobierno de Lula asegura que la investigación no llevará a que el funcionario deje el cargo en el BC, el presidente de la Cámara de Diputados, el opositor Severino Cavalcanti, explicó que si la Corte Suprema aceptó la denuncia de la Procuraduría General de la República es porque existe algún indicio, y eso es suficiente para que Mierelles deje su cargo.
Mierelles aseguró que para él el fallo fue positivo ya que “va a permitir que los cuestionamientos sean analizados en un foro adecuado”. Asimismo, dejó en claro que no piensa renunciar. El líder del gobierno en el Senado, Aloizio Mercadante, apoyó al presidente del BC al argumentar que abrir una investigación para dar lugar a denuncias de supuestos delitos no contribuye al desempeño de la función de autoridad monetaria. La defensa del actual presidente del BC presentará, la semana que viene, un pedido ante el ministerio público para que se investigue la confiscación de los documentos personales de Mierelles, su declaración jurada entre ellos, ya que según los abogados defensores fue “irresponsable e inconsecuente”.
Antes del fallo de ayer, los abogados defensores habían entregado una petición a la Corte para evitar la apertura del proceso donde se explicaba que la investigación era innecesaria y se contestaba a las denuncias del ministerio público. La más fuerte es sobre el injustificado incremento del patrimonio de Mierelles. Pasó de tener 1,8 millón de reales en 1996 cuando ingreso al BankBoston, a casi 104 y medio millones de reales en el 2001, cuando dejó ese cargo. Este aumento supondría un sueldo de 20 millones por año.
También se lo acusa de delito contra el sistema financiero y evasión fiscal a través de empresas que estarían controladas por él. Según el procurador general de la República, Claudio Fonteles, anticipó que investigará el origen de 1,37 billón de reales en remesas enviadas al exterior a través de Boston Comercial y Participaciones, una empresa supuestamente controlada por Mierelles, por medio del BankBoston, institución que él mismo presidía en aquel momento. El segundo de Fonteles en Tubarao, Celso Antonio Tres, cree que el valor de las remesas podría alcanzar los 1,65 billón de reales. Uno de los abogados defensores, Roberto Pasqualin, no dudó en afirmar públicamente que “no hubo evasión de divisas”. Las denuncias contra Mierelles surgieron de las investigaciones de la Comisión Mixta Parlamentaria de Interrogación de Banestado, que ya causaron la renuncia del director de política monetaria del BC, Luiz Augusto Candiota.
Queda en manos de la Corte Suprema una causa que puede perjudicar fuertemente al gobierno de Inácio Lula da Silva que ha elegido apoyar desde el principio al presidente del BC. El resultado, sin embargo, se hará esperar porque mientras dure la investigación sólo las partes podrán tener acceso a lo que se vaya descubriendo.