EL MUNDO › UZBEKISTAN ADMITE 169 MUERTOS, PERO DENUNCIAN 745
La masacre es cada día peor
Por Rodrigo Fernández*
Desde Moscú
Ante la avalancha de testimonios sobre la masacre cometida el viernes por el ejército uzbeko en Andiyán, las autoridades se han visto obligadas a reconocer que no hubo unas pocas decenas de víctimas, como habían asegurado en un principio, sino al menos 169. Esta es la cifra que dio ayer el fiscal general, Rashid Kadirov, quien apareció ante las cámaras de televisión acompañado del presidente.
“Las fuerzas gubernamentales sólo liquidaron a terroristas”, aseguró ayer Kadirov en una conferencia de prensa con Karimov. El fiscal señaló que los muertos habían sido 169, de los cuales 32 eran soldados o policías. Karimov había dicho el sábado pasado que 10 uniformados habían muerto y “muchos más” extremistas, pero que en general el número de víctimas mortales había sido bajo, ya que había dado orden a las tropas de no disparar contra la población. Pero, según testimonios de vecinos de Andiyán, los soldados entraron con blindados y abrieron fuego indiscriminado contra los manifestantes que se habían congregado en la plaza principal.
La líder del opositor Partido de los Campesinos Libres (PCL), Nigara Jidoyatova, sostiene que las víctimas mortales se elevan como mínimo a 745; de ellas, 542 murieron en Andiyán y 203 en Pajtaabad, otra localidad del valle de Ferganá cercana a la frontera con Kirguistán. Según Jidoyatova, miembros de su partido junto con activistas de Birlik han ido llamando a las casas de ambas ciudades preguntando si algún familiar había muerto durante el represión de la revuelta. Con los datos recogidos, forman listas con nombre y apellidos. Este trabajo aún no ha terminado, por lo que lo más probable es que la lista de víctimas siga creciendo.
Karimov trató ayer de ridiculizar la cifra de 500 muertos: “Pregunten en el mercado; les dirán que fueron más”, espetó. Pero está claro que el dictador tiene qué ocultar en Andiyán. Prueba indirecta de ello es que la visita a esa ciudad por un grupo de diplomáticos y periodistas, organizada por el gobierno y prevista para ayer, ha sido aplazada. Por lo visto, aún no han logrado lavar todas la calles de la sangre derramada.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.