EL MUNDO
Antiguerrilla a las urnas con luz algo menos verde
Alvaro Uribe Vélez, el candidato de línea dura contra las FARC, sigue en la cúspide de las encuestas para las presidenciales del próximo domingo en Colombia, pero hay indicaciones de que debería enfrentar una segunda vuelta con el liberal Horacio Serpa.
En el tramo final de las presidenciales del 26 de mayo en Colombia, el favorito Alvaro Uribe tuvo un bajón en la intención de voto que lo ubica todavía primero en las preferencias, aunque sin la ventaja suficiente para imponerse en la primera vuelta, según reveló una encuesta publicada ayer. El sondeo señaló que el disidente liberal obtendría un 48 por ciento de los votos, seguido del liberal Horacio Serpa (31 por ciento) y el ascenso de la ex canciller Noemí Sanín (9 por ciento) sobre el izquierdista Luis Eduardo Garzón (6 por ciento).
A una semana de celebrarse los comicios presidenciales en Colombia, el candidato de “mano dura” contra la guerrilla, Uribe, continúa al frente de las preferencias electorales, pero no mantiene la diferencia con sus rivales con respecto a los últimos meses. Según la última encuesta contratada por la cadena Caracol, la revista Cambio y ocho diarios regionales, Uribe no alcanzaría la mayoría para ubicarse vencedor en una primera vuelta: cuenta con un 48 por ciento de intención de votos, lo sigue el candidato liberal Serpa (31), la independiente Sanín (9) y por la izquierda Garzón (6). Así, el aspirante del movimiento Primero Colombia tendría que enfrentarse en una segunda vuelta prevista para el 16 de junio con el jefe del Partido Liberal, dado que no obtendría la mitad más uno de los votos.
Uribe se ha mantenido en la punta de la encuestas desde enero, coincidiendo con el mayor pico de conflicto entre el gobierno de Andrés Pastrana y la guerrilla de las FARC; pero esa ventaja se fue achicando gradualmente. De acuerdo con la firma Invamer Gallup, que realizó la encuesta para el grupo mediático, el favoritismo de Uribe se redujo en tres puntos porcentuales en comparación con abril, cuando contaba con un 51 por ciento. La leve caída de Uribe obedecería técnicamente al ascenso de sus contrincantes. En ese sentido, Serpa, Sanín y Garzón suben dos puntos en el último mes, situación que favorece en particular al candidato por segunda vez a la presidencia por el Partido Liberal, quien del 29 pasó al 31 por ciento de favorabilidad.
“Los colombianos no vamos a perder la oportunidad de elegir un gobierno comprometido en la derrota de la violencia, en la derrota de la corrupción y la politiquería”, afirmó Uribe, quien espera enfrentar militarmente a las FARC como paso previo a una negociación. En tanto Horacio Serpa, partidario de una salida negociada con las FARC, señaló que aunque los resultados lo favorecen, las actuales encuestas “están muy desprestigiadas”, por lo que se declaró a la espera del balance que arrojen los comicios, aunque no duda que en caso de llegar al ballottage el triunfo será suyo.
Las campañas políticas ya cerraron con las típicas acusaciones mutuas entre los dos candidatos mejor posicionados. Serpa denunció el pasado martes que los paramilitares continúan realizando proselitismo armado a favor de Uribe y cuestionó la capacidad de los observadores enviados por la OEA para evitar la intervención paramilitar. Pero sobre todo está latente la amenaza de la violencia de los extremismos del país y el temor de fondo a boicot el día en que los colombianos vayan a las urnas, por lo que el gobierno saliente pretende montar un operativo de seguridad.