EL PAíS › DIPUTADOS DE LA UNION PIDEN POR LA NUERA DE JUAN GELMAN
Un pedido a Batlle desde Europa
Un grupo multipartidario y multinacional de eurodiputados pidió al presidente de Uruguay que “haga lo necesario” para que aparezca el cuerpo de la nuera del poeta, desaparecida en 1976. Legisladores argentinos adhirieron al pedido.
Por Victoria Ginzberg
Los restos de María Claudia García Irureta Goyena están enterrados en algún lugar de Montevideo. La mujer, de 19 años, fue secuestrada en Buenos Aires el 24 de agosto de 1976 junto a su esposo Marcelo Gelman. Estaba embarazada de ocho meses y medio. Su hija fue recuperada a principios de 2000. Ella sigue desaparecida. Quince diputados de la Unión Europea reclamaron al presidente uruguayo Jorge Batlle que “haga lo necesario para entregar rápidamente el cuerpo” de la nuera del poeta Juan Gelman. En Argentina, varios legisladores peronistas, radicales y aristas consultados por Página/12 adhirieron a este pedido.
Los quince diputados europeos, uno por cada país de la Unión, de diferentes partidos políticos, formaron un comité de “Padrinos Europeos de los Desaparecidos Uruguayos” con el objetivo de que se “conozca la verdad sobre las desapariciones, que se entreguen los cuerpos de los desaparecidos a sus familias y que los militares responsables de esos crímenes atroces no queden impunes”. En especial, mencionaron el caso de María Claudia. En agosto del año pasado la revista uruguaya Brecha reveló que Batlle conoce “absolutamente todo” lo ocurrido con la nuera de Gelman. El presidente de Uruguay habría admitido en conversaciones privadas con políticos de su país que el capitán de la Guardia Metropolitana Ricardo Medina Blanco fue el asesino de la joven. “Sabemos todo lo que ocurrió salvo dónde está enterrada”, le dijo Batlle al senador Rafael Michelini, hijo de Zelmar Michelini, asesinado en mayo de 1976 en Buenos Aires.
La reunión entre Michelini y Gelman fue ratificada por el senador al declarar en Buenos Aires en la causa en la que se investiga el Plan Cóndor. “María Claudia fue asesinada por personal militar uruguayo. La información me la dio el actual presidente de la República”, afirmó Michelini ante el juez Jorge Urso, tal como publicó ayer Página/12.
“El presidente uruguayo, que tiene el mérito de haber validado la investigación que permitió encontrar a la hija de María Claudia, dispone de todos los elementos –circunstancias del asesinato, nombre de los militares responsables y lugar donde estaría enterrada– para encontrar rápidamente el cuerpo de la nuera de Gelman”, dijeron los diputados europeos. Entre quienes firman la solicitud están el ex presidente portugués Mario Soares, el diputado socialista francés Olivier Duhamel, el diputado italiano Mariotto Segni, el ex campeón mundial de rally finés Ari Vatanen, el holandés Max van den Berg, la belga Anne Van Lancker, del Partido de los Socialistas Europeos, y la sueca Cecilia Malmstrom, de los Demócratas Liberales europeos.
En Argentina, el jefe del bloque de diputados del Partido Justicialista, Humberto Roggero, respaldó el pedido de los europeos. “Es imprescindible el esclarecimiento de los hechos vividos en Uruguay como una forma de reconstruir una sociedad basada en los principios de la verdad y la justicia”, consideró. El diputado agregó que “es fundamental que todos los uruguayos colaboren en la búsqueda del cuerpo” de María Claudia y que su hallazgo será “un símbolo de vital importancia para todos los familiares de uruguayos desaparecidos”. Desde el Senado, el presidente del bloque radical, Carlos Maestro, dijo a este diario: “Transcurridos dos años desde que Juan Gelman hallara a su nieta, me sumo a las voces que solicitan al gobierno de Uruguay la colaboración para el esclarecimiento del lugar donde yace sepultada María Claudia, nuera del poeta”. Y el vicepresidente de los peronistas, Miguel Angel Pichetto, afirmó que “sería importante que el presidente de Uruguay responda a este pedido”. “No puedo más que compartir el requerimiento. Es un derecho de carácter humanitario saber dónde están los restos de un familiar”, concluyó.
“Creo que sería muy importante saber la verdad de los hechos, además del objetivo espiritual de encontrarse con la familia. Me parecen bien todos los esfuerzos que se puedan hacer en este sentido. El bloque radical está a disposición para trabajar con las autoridades uruguayas, con el Parlamento uruguayo por este objetivo”, afirmó Ricardo Vázquez, secretariolegislativo del bancada radical de la Cámara baja. El diputado Jesús Rodríguez dijo que “todos los esfuerzos en relación a la búsqueda de la verdad y de los seres queridos deben ser hechos no sólo en Uruguay sino en todos los lugares del mundo”. Marcela Bordenave, miembro del ARI y de la Comisión de Derechos Humanos de Diputados, adhirió con el planteo de sus colegas europeos y manifestó su confianza en que esto permita “empezar a investigar las desapariciones en Uruguay, ya que allí es un tema cerrado por la ley de caducidad”. “Espero que el Parlamento Europeo pueda hacer una declaración similar para todos los países en los que operó el Plan Cóndor. Desde el Congreso tomaremos las medidas para apoyar o expresar nuestra complacencia por este pedido”, dijo la diputada.
Después de su secuestro, María Claudia, de 19 años, fue llevada al centro clandestino de detención Automotores Orletti y luego a Montevideo, a un edificio del Servicio de Información de Defensa (SID) en Bulevar Artigas y Palmar. Estuvo prisionera en la planta baja del lugar con otros veinte detenidos uruguayos que permanecían encerrados en el sótano. Probablemente el 1º de noviembre de 1976 dio a luz a su hija en el Hospital Militar de Montevideo y pocos días después fue nuevamente conducida al centro del SID. Cerca de la Navidad fue sacada con su niña y llevada a otro campo clandestino de Montevideo, llamado Valparaíso. Allí fue asesinada, para sacarle a su hija, a mediados de enero de 1977.
Los quince diputados europeos que pidieron a Batlle por el cuerpo de María Claudia habían apadrinado desde el 4 de julio de 2001 a Simón Riquelo, el hijo de la detenida uruguaya Sara Méndez, que fue encontrado en marzo de este año, luego de 26 años de búsqueda. “El feliz desenlace de la desaparición de Simón, al igual que el de la nieta del poeta Juan Gelman hace dos años, prueba que es posible esclarecer el destino de los desaparecidos siempre y cuando se investigue seriamente”, señalaron los legisladores.