[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Por Darío Pignotti
Desde Caracas

“Después del fracaso del golpe, no puede descartarse la hipótesis de magnicidio”. La afirmación es del presidente Hugo Chávez quien, hasta su partida a Madrid el jueves pasado, prácticamente no salió del Palacio de Miraflores desde que recuperó el poder el 13 de abril pasado. “No he vuelto a salir a caminar con los campesinos, a discutir la Constitución Bolivariana en los “barrios” (villas miseria), en los poblados, hace un mes que prácticamente no salgo de aquí dentro”. En la sede presidencial, Chávez dialogó durante tres horas con un grupo de medios internacionales, entre ellos Página/12, poco antes de partir hacia la cumbre de la Unión Europea con América latina y el Caribe, en Madrid. La ausencia del mandatario recalentó la usina de rumores sobre otro intento sedicioso.
–¿Es posible otro golpe?
–Sí, puede haberlo, hay sectores que se niegan al diálogo, se mantienen en una actitud hostil intransigente. En Venezuela vivimos momentos históricos, hay un conflicto planteado desde hace varias décadas con los dueños del poder, esto es el fin de una época y el comienzo de otra. En ese cuadro las confrontaciones son inevitables. Esa confrontación apenas se aplacó en 1998 cuando después de que todos se reunieron contra nosotros. Y a pesar de todo ganamos nosotros. Un editor escribió frente a esa victoria: “Hay que amansar al bicho”, era la técnica de pasar la mano en lomo. Eso funcionó muchas veces con presidentes que vienen del pueblo y se encandilan con el brillo de las lámparas y el oro de las copas. Y poco a poco el poder convierte a ese hombre en un traidor más. Yo soy del llano, soy campesino, soy de los que prefieren morir antes de ser un traidor más al pueblo que me ha traído varias veces.
–¿Cómo quedó el escenario después del 11 de abril?
–Acabamos de sufrir un zarpazo sangriento y fríamente planificado que fracasó, eso los dejó en desventaja, no les va a ser tan fácil reunirse nuevamente, no tienen ningún personaje que los aglutine. Además ellos tomaron cuenta de un dato importante: para llegar al poder deberán matar a muchos venezolanos ¿Es que van a matar a millones de personas? Ellos comprendieron su error después del 11 de abril.
–¿Por qué?
–Si los golpistas hubieran tenido más perspicacia no me hubieran dejado salir vivo de aquí. En esas circunstancias cada segundo cuenta. Estando detenido pude ver un poco de televisión, donde leían una renuncia que yo nunca firmé. Un oficial me prestó un celular y logré hablar con una de mis hijas para que dijeran al mundo que yo no había renunciado. Le dije: “Hija, llama a quién quieras, pero hazlo pronto”, y ella se consiguió un buen asesor de prensa, Fidel Castro.
–¿Allí comenzó a invertirse el resultado?
–Conmigo vivo se desató la rebelión popular, seis millones de venezolanos salieron a las calles. Por instinto, ese pueblo rodeó los cuarteles a exigir que le devolvieran a su presidente. El coraje de la gente salvó la revolución.
–También hubieron cientos de miles en su contra.
–Parte de la clase media alta, que en el fondo no ha sido afectada por nuestro proceso revolucionario, que respetó sus derechos sin atropellos.
En ese sector cargan un odio irracional, ellos tienen empleo, nadie les quitó las tierras, son gente que no saben explicar el porqué de su odio.
Recuerdo que una vez estos grupos fascistas fueron a la residencia presidencial y trataron de entrar con una carga de odio singular. Unamujer de clase media alta, bien vestida, es consultada por una periodista y ella dice: “Hay que salir de Chávez como sea”. Y luego con una mirada de serpiente dice: “Porque ése Chávez es un maldito cubano”. Se ha generado en Venezuela un monstruo fascista, no hay precedentes en lo que se hizo en la embajada de Cuba el día de golpe.
–¿Por qué razón los procesados por el golpe están libres?
–Cuando nosotros hicimos nuestra acción militar en 1992, a la que yo no llamo golpe, nosotros hicimos una rebelión desde abajo, nos recluyeron en una cárcel y no nos permitían hablar con periodista alguno.
–¿La libertad de los acusados puede ser entendida como debilidad del gobierno?
–Yo creo que la debilidad del sistema político era lo que nos prohibía hablar en 1992. En cambio lo que estamos viendo ahora no es una debilidad, aunque algunos así lo vean. A mí no me preocupa que un general golpista me diga mentiroso en la Asamblea Nacional. No me preocupa que lo haga porque su misma posición moral es cuestionable, porque cuando él dice de manera cínica que no hubo golpe es para reírse. Cuando la gente del pueblo lo ve por televisión dice: “¿Donde puede llegar la moral de este hombre?”. Claro que hay que tener cuidado con lo que ellos siguen haciendo en sus casas.
–Usted dijo que contaba con información sobre la participación estadounidense en el golpe.
–No debo ser ligero, soy un jefe de Estado, pero hay elementos que han surgido de la investigación y yo tengo las pruebas escritas de la presencia de dos oficiales activos de Estados Unidos. Tengo la hora en que entraron, la hora en que salieron del edificio donde se cuajó el golpe, ésa es una información que se está procesando. Ellos han dado su versión.
Tenemos otro elemento, el día del juramento de este señor (Pedro Carmona). Casi a la misma hora que eso ocurría a 20 metros de aquí, en este mismo palacio, las aguas territoriales venezolanas fueron violadas por un buque importante, que cargaba por lo menos un helicóptero.
–¿Puede afirmar que era un buque estadounidense?
–No te lo puedo afirmar todavía, pero tenemos el video de lo que mostró el radar de nuestra defensa aérea, donde se ve la traza. Eso es una señal que viene entrando y se acerca mucho, mucho a las costas occidentales de Venezuela.
–¿Qué harán con esas pruebas?
–Todavía están siendo analizadas, pero quiero decirte que hay más. Luego de varias horas de barco andando por allí, en la península de Paraguana en el Estado Falcón, se ve la señal de un helicóptero, y luego se ve la traza del vuelo de un avión que viene del Caribe nororiental, y luego otro avión viniendo del Caribe norte. Lo importante es que las señales emitidas por tres de estas naves son señales de identificación militares. O sea que eran buques y aeronaves militares. Esos códigos de identificación son secretos y son conocidos por organismos internacionales a los que consultaremos. Hasta entonces no podremos asegurar si fueron naves norteamericanas.
–¿Qué harán si comprueba que eran naves de EE.UU.?
–Mira no me pongas a hablar de hipótesis, te lo ruego, perdóname, ¿okey?
–¿Qué tipo de golpe fue éste?
–Este fue un laboratorio, un nuevo formato de golpe de Estado, ya no es el bombardeo a la Casa de La Moneda de Chile, aquí hubo una planificación en la que los medios de comunicación jugaron un papel decisivo, sin su participación el golpe no hubiera sido. Debiéramos estudiar el caso venezolano para sacar lecciones que nos permitan vencer lo que Ignacio Ramonet llamó la tiranía mediática. Son tantas las evidencias que es imposible pensar que los medios que no estaban confabulados.
–¿Qué se jugaba en este golpe?
–Algunos han dicho por ahí que el golpe contra Chávez no es sólo contra Chávez, que fue como en el juego del billar, y que ese golpe también tendría como objetivo el Brasil. Otros dicen que el golpe está motivado por los intereses petroleros. Son sólo hipótesis, claro.
–¿En qué modo Brasil se vería afectado?
–Hace 200 años el eje de la libertad en Sudamérica comenzó entre Caracas y Bogotá, creo que hoy el eje va a ser Caracas-Brasilia, creo que por allí van las caballerías, y creo que eso tiene preocupados a algunos en el mundo.
–¿Está acompañando el proceso electoral en Brasil?
–Creo que a Brasil le van a dar duro en los meses que vienen, que Dios los ilumine y aquí estamos, pendientes de lo que pase en el querido Brasil.