EL MUNDO › ALERTAS A GRANEL EN ESTADOS UNIDOS
Abran los paraguas
Estados Unidos quiere anticiparse a la materialización de una amenaza terrorista que de por sí es difusa: detrás del fantasma de Osama bin Laden y las células de una organización desparramadas por el mundo hay un temor a nuevos errores como el que dejó pasar informaciones importantes antes del 11 de septiembre, de modo que las alertas se multiplican como para cubrirse. El presidente George W. Bush dijo un mensaje ayer a los futuros militares del país que Estados Unidos debe estar listo para lanzar un “golpe preventivo” en la guerra contra el terrorismo y los exhortó a que persigan a los villanos escondidos por todo el mundo y eviten que adquieran armas de destrucción masiva. En el mismo sentido, su subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz advirtió ayer en Singapur que “los atentados del 11 de setiembre sólo fueron una advertencia de otros ataques terroristas peores que podrían suceder en el futuro”.
Frente a un auditorio de graduados de la primera clase posatentados de septiembre de la academia militar West Point de Nueva York, Bush, advirtió que “los peligros no han pasado porque sabemos que los terroristas tienen más dinero, más hombres y más planes”. El presidente norteamericano, anticipado a los desafíos del mañana, señaló que se le pediría a los cadetes perseguir a los terroristas escondidos por todo el mundo y evitar que los enemigos de Estados Unidos adquieran armas nucleares, químicas y biológicas. Bush tácitamente se refirió a Irak, cuando enfatizó que “no podemos poner nuestra fe en las palabras de tiranos que solemnemente firman tratados de no proliferación y después los rompen sistemáticamente”. “Si esperamos que las amenazas se materialicen completamente, habremos esperado demasiado. Debemos llevar la batalla al enemigo, interrumpir sus planes y enfrentar las peores amenazas antes de que éstas emerjan”. El jefe de gobierno estadounidense ha llamado a Irak “eje del mal” junto a Irán y Corea del Norte, afirmando que es un Estadoque amenaza con extender las armas de destrucción masiva, y que podría ser el próximo blanco de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo.
Ante los 150 ministros de Defensa reunidos en Singapur, el subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, fue consecuente con Bush, al señalar que “un ataque global, requiere una respuesta global”. Pronosticó que “sería un error pensar que ya hemos visto el peor de los ataques”. Tras los atentados del 11 de setiembre contra el World Trade Center y el Pentágono, y luego de iniciada la campaña antiterrorista en Afganistán, encabezada por Estados Unidos, hubo una redefinición de la estrategia y las tácticas militares estadounidenses.
La administración Bush viene siendo blanco de críticas de la prensa local por su manejo de la información de inteligencia sobre supuestas amenazas terroristas previas a los ataques. El diario The New York Times publicó ayer un informe secreto que habría recibido en agosto de 2001 la jefatura del Buró Federal de Investigaciones (FBI), en que fue advertido de la amenaza de grupos como Al Qaida; pero esa institución no estaba suficientemente preparada, ni tenía los recursos para actuar preventivamente. El informe fue elaborado internamente por el FBI antes de los atentados. El FBI hace días es criticado por haber ignorado indicios sobre actividades terroristas dentro de Estados Unidos.
Según esos datos, el secretario de Justicia, John Ashcroft, rechazó el día anterior a la catástrofe incrementar el presupuesto de la policía federal en 58 millones de dólares, pero un portavoz del funcionario negó que hubiera recibido ese pedido. Por otra parte, no es claro que las deficiencias del FBI se encuentren en problemas de presupuesto.