EL MUNDO
La estrategia fujimorista y la ley de la discordia
Fujimori pone “sus papeles en regla” –cuando hay un pedido de captura sobre él–, mientras persiste la tensión entre Lima y Santiago por un proyecto peruano de delimitación de frontera.
Por Carlos Noriega
Desde Lima
Un nuevo incidente diplomático con Chile –en esta ocasión originado por diferencias en la delimitación de la frontera marítima– desvió en los últimos días las miradas de las movidas políticas previas al inicio de la recta final de la campaña electoral para las elecciones generales de abril de 2006. Mientras el país seguía de cerca la renovada tensión con Santiago, el ex presidente Alberto Fujimori volvió a aparecer en el Consulado peruano en Tokio para legalizar su firma en un documento partidario, con lo que dio un nuevo paso en su anunciada intención de retornar al Perú para ser candidato en las elecciones de 2006, algo que, sin embargo, está legalmente impedido de hacer.
La tensión con Chile estalló luego de que la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso aprobó, con 11 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, un proyecto de ley enviado por el Ejecutivo que fija las bases para la delimitación marítima de las 200 millas peruanas. Esta ley establece que la frontera marítima con Chile debe establecerse a partir de una línea equidistante entre ambos países, posición que rechaza Chile, que defiende el trazado de una línea que corra a la par del paralelo geográfico, postura que es la que rige de facto en la actualidad. Chile argumenta que la línea paralela como límite fronterizo fue reconocida en un tratado por los dos países en 1954, pero para Perú ese tratado es “solamente para delimitar la actividad pesquera y no la frontera”.
En medio del fuego cruzado de notas diplomáticas y declaraciones públicas subidas de tono, el pleno del Congreso peruano se prepara para aprobar hoy la ley que fija la línea fronteriza con Chile. Teniendo en cuenta que todas las fuerzas políticas han apoyado esta ley, se descuenta su amplia aprobación. El gobierno peruano ha anunciado que una vez aprobada esta ley iniciará el procedimiento para adherirse a la Convención de Mar y así estar en condiciones de exigir que se aplique el principio de la línea equidistante para establecer las fronteras marítimas que esa Convención establece. Si Chile no acepta esta delimitación, Perú recurriría a la Corte de La Haya. Santiago, por su parte, estaría pensando recurrir a la OEA, algo que Lima no aceptaría, teniendo en cuenta que este organismo es presidido por el ex canciller chileno José Miguel Insulza.
La tensión entre Perú y Chile amenaza crecer, con el trasfondo de un ambiente electoral en ambos países, algo que parece estar alimentando sentimientos nacionalistas y hasta chauvinistas, lo que puede ser un peligroso combustible para este conflicto fronterizo. En el medio, el ex presidente Fujimori volvió a dar otro golpe mediático desde su refugio en Tokio, al reiterar, desafiante, que a pesar de tener una orden de captura por cargos de corrupción y violaciones a los derechos humanos, y de estar inhabilitado para ejercer cualquier cargo público hasta el año 2011, volverá a Perú para postularse a la presidencia en 2006. Una vez más escogió el Consulado peruano en Tokio para su nueva aparición pública. Esta vez la excusa fue la legalización de su firma en un documento de su partido Sí Cumple. Ante el impedimento legal que lo inhabilita para postular a la presidencia, Fujimori ha dicho que “eso no es un gran problema para mí” y que espera que el Jurado Electoral omita esa prohibición y acepte su candidatura.