EL PAíS › BONASSO VA EN EL TREN CON DIEGO, KUSTURICA Y EVO
“Maradona le da fuerza al mensaje”
Por Martín Piqué
Miguel Bonasso está eufórico. Y la alegría, que transmite a través del teléfono, tiene sus razones. Hoy a la noche se reencontrará por segunda vez en una semana con el futbolista que le hizo jurar amor eterno en las tribunas del estadio Azteca en 1986: Diego Maradona será uno de las personalidades del Tren del Alba que partirá del andén 14 de Constitución. El destino del convoy, cuatro vagones plateados de El Marplatense alquilados por Ferrobaires, es la Mar del Plata blindada por la visita del George W. Bush. Sus pasajeros más destacados –Maradona, el cineasta Emir Kusturica, el candidato a presidente de Bolivia Evo Morales, Gustavo Cordera de la Bersuit– encabezarán la marcha contra Bush que recorrerá la avenida Independencia hasta en el Estadio Mundialista.
Bonasso es una de las caras visibles de esta movida, organizada por 50 entidades agrupadas en torno del lema “Argentinos por la Patria Grande”. El diputado y escritor habla con Página/12 mientras repasa los nombres que viajarán en la formación junto con Maradona. “Esto es buenísimo. Me hace acordar a lo que hacíamos hace 30 años, cuando juntábamos ídolos populares y dirigentes políticos. Es como el charter que trajo a Perón, donde viajó Sanfilippo, o el Tren de la Victoria de Perón, en el ’45”, compara.
Como uno de los responsables del viaje, Bonasso aclara que el operativo de seguridad fue analizado con “autoridades nacionales, provinciales y municipales” más la “guardia personal de Hugo Chávez”. “¿A usted le cabe alguna duda de que para Estados Unidos el enemigo es Chávez? Más que Fidel. ¡Tiene la primera reserva petrolera del mundo!”, se apasiona.
–Maradona le va a dar aún más resonancia mundial al Tren del Alba.
–Le da resonancia mundial. Y hacia adentro de la Argentina hace llegar el mensaje al ciudadano de a pie, a los sectores populares, que de otra manera no hubiéramos podido lograr nunca. Con una fuerza del carajo.
–¿Qué opina de que Kirchner se reúna con Bush y le pida ayuda con el FMI?
–El Presidente heredó esta cumbre de De la Rúa, que era un lamebotas de Estados Unidos, y tiene sus obligaciones de anfitrión. No le puedo cuestionar que cumpla sus deberes. Yo establezco una diferencia que la he marcado a varios: yo soy amigo del Presidente y diputado. ¿Por qué no puedo organizar una expresión cívica en paz, de repudio? Son andariveles distintos. Y en última instancia, hasta el Presidente le puede decir: “George, me parece que acá no sos muy querido”.
–¿Usted piensa que Kirchner le puede decir eso a Bush?
–No sé, a lo mejor.
–La otra vez le palmeó la rodilla.
–Me encantaría que le dijera a George (sic) lo mismo que decía Perón: “Los norteamericanos me hacen mucha gracia. Primero inventan a los pobres y después dicen que los ayudan”. Eso dijo por la Alianza para el Progreso. Y después le envió una carta a Kennedy donde le explicaba por qué eran tan odiados en el mundo. Las razones, lejos de haberse atenuado, se han multiplicado y agravado tanto que la humanidad está en peligro.