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Los palestinos ganarán control de una de sus fronteras por primera vez en su historia, por un acuerdo que apunta a dar a la población de Gaza y su devastada economía más acceso al mundo exterior. Sin embargo, el proceso de paz parece condenado al estancamiento por acusaciones del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de que “Israel incita a la guerra civil palestina”. Además, la política interna israelí retrasa las negociaciones, ya que el nuevo líder del Partido Laborista, Amir Peretz, está jugando todas sus cartas para lograr adelantar las elecciones para marzo del 2006.
El pacto establece que la Autoridad Palestina deberá cumplir un minucioso protocolo para hacerse cargo a partir del próximo día 25 de una de sus fronteras. El paso de los ciudadanos palestinos por el cruce de Rafah, limítrofe con Egipto, será supervisado por observadores de la Unión Europea (UE), e Israel podrá observar en tiempo real, a través de cámaras de televisión, el trasiego por la terminal. El Cuarteto para Medio Oriente (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y ONU) jugó un papel esencial durante las 20 semanas de negociaciones. Los beneficios para la población de Gaza pueden ser inmediatos, apreciándose una mejora en las condiciones de vida, ya que la apertura del cruce tendrá como efecto una mejora en el paso del tráfico de carga.
Sin embargo, estos procesos pueden ser retrasados por las acusaciones entre los países y por las internas israelíes. El líder palestino Mahmud Abbas acusó ayer a Israel de evadir las negociaciones de paz y empujar a los palestinos a una guerra civil, al insistir en que los militantes deben ser desarmados antes de cualquier negociación. Por otra parte, el líder laborista Amir Peretz logró el aplazamiento del voto de disolución del Parlamento para el lunes, para intentar acordar mañana elecciones municipales con el primer ministro, Ariel Sharon. Según fuentes del entorno de Peretz, como presión extra, los ministros laboristas del gobierno de Sharon entregaron al líder de su partido cartas de dimisión y éste se las dará al premier si ambos no consiguen acordar la celebración de comicios anticipados.