EL MUNDO
Por primera vez Bush tiene un plan para Irak, ante el apuro de todos
La Casa Blanca dijo que el plan de retirada es similar al de un demócrata –los británicos e italianos pusieron fecha–. El ex premier iraquí Allawi, en el pasado aliado de Washington, se volvió crítico.
Ahora todos se quieren ir. Por primera vez, y luego de que sus dos principales aliados –Gran Bretaña e Italia– anunciaran que el año que viene comenzarán el retiro de sus fuerzas en Irak, la Casa Blanca anunció ayer que ya posee un plan de retirada que podría comenzar también el año venidero. Sin embargo, tanto Estados Unidos como el propio Irak están pidiendo a los miembros de la coalición que atrasen el regreso de sus soldados hasta que pasen las elecciones iraquíes del 15 de diciembre. Mientras tanto, una nueva voz se sumó a la controversia de las violaciones de derechos humanos en Irak. El ex premier iraquí, Iyad Allawi –un hombre vinculado a la CIA y al MI6, y ahora aliado con los sunnitas–, afirmó que “la gente hace lo mismo que en la época de Saddam (Hussein), y peor”.
El vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, también aseguró que el plan del gobierno de George Bush es muy similar al que presentó el senador demócrata, Joseph Biden, en un artículo en The Washington Post. Allí afirma que Estados Unidos retirará a unos 50 mil soldados para fines del 2006 y un “número significativo” de los 100 mil restantes al año siguiente. El consejero iraquí de seguridad nacional Mouaffak al Roubaie dio números similares ayer cuando declaró que la cifra de soldados estadounidenses en Irak, que actualmente es de 150 mil, debería ser inferior a 100 mil a comienzos del 2007.
A pesar del consenso bipartidista que existe en torno de esta proyección, ya surgieron voces en contra o, al menos, más cautelosas. El ex secretario de Estado, Henry Kissinger, advirtió: “Debemos recordar cuáles deben ser nuestros objetivos, y si abandonamos Irak en condiciones que finalmente favorezcan a un gobierno radical en Bagdad, o que parte del país se convierta en un paraíso para el terrorismo, será un desastre que afectará a todo el mundo”.
Allawi, un símbolo del pragmatismo político en Irak, salió ayer a cuestionar al gobierno iraquí. Después de perder en las elecciones de enero contra los religiosos chiítas, el ex miembro del Baas –el partido de Saddam– volvió a mutar, alejándose de las potencias occidentales que lo habían apoyado para convertirse en el primer ministro iraquí postinvasión, para volver a aliarse con las fuerzas sunnitas con miras a las elecciones de diciembre. Allawi declaró ayer al diario londinense The Observer que las violaciones actuales en Irak “son las mismas cosas que en su momento motivaron la lucha contra Saddam Hussein”.
En las últimas semanas, la cuestión del retiro de tropas llegó a su apogeo provocando que los gobiernos de Italia y el Reino Unido anunciaran un inicio de la retirada para el 2006.
Mientras, cuatro asistentes humanitarios de origen occidental fueron secuestrados ayer. Irak se preparaba para reanudar el juicio a Saddam y a sus principales asesores, que recomienza hoy.