EL PAíS
“Hincha del Mercosur a muerte”
Por Raúl Kollmann
Al regreso del viaje del presidente Néstor Kirchner a Venezuela, y a pocos días del encuentro con el primer mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, nueve de cada diez argentinos considera que los países latinoamericanos deben acercarse entre sí para incrementar sus lazos, aunque esto ponga dificultades en la relación con Estados Unidos. Y, además, la mayoría cree que un Mercosur fortalecido puede atraer a otros países. Una mirada más profunda sobre las posturas internacionales de los argentinos muestra que no hay acuerdo en acercarse a los países que están en contra de Estados Unidos, tampoco se ve con buenos ojos un acercamiento con los que están cerca de Washington ni existe consenso para impulsar una Tercera Posición. Lo que la mayoría quiere es que el país se mantenga equidistante y apoye unas u otras posiciones de acuerdo con los intereses nacionales. En esa sintonía, siete de cada diez personas apoyan el acercamiento con Venezuela, aunque percibe que trae dificultades: seis de cada diez piensa que eso va a afectar la relación con Estados Unidos.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada esta semana por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM) que lidera Enrique Zuleta Puceiro. En total se entrevistaron 1100 personas de todo el país, respetándose las proporciones por lugar de vivienda, sexo, edad y nivel económico-social. La coordinación estuvo a cargo de Isidro Adúriz y Julián Lisa.
“La opinión pública está convencida de que el espacio natural de la Argentina es el Mercosur –dice Zuleta–. La gente es hincha del Mercosur a muerte. No ve en Brasil a un enemigo, ni un adversario, ni un contrincante. Aunque llueven los argumentos de que los brasileños ganan y los argentinos pierden, el ciudadano común piensa que son el complemento natural. La idea, tradicional de los militares, de que Brasil avanza sobre las fronteras, que en esas zonas se habla portugués, es ignorada, vieja, la sostiene una ínfima minoría. Para la gente es todo lo contrario. La mayoría considera que a la Argentina le va a ir bien o mal, pero con Brasil y que a la hora de la alternativa frente al ALCA, por ejemplo, se piensa siempre en Brasil. Por supuesto, que la clase dirigente no lo mira tan así. Están los brasileñistas, pero en el peronismo hay muchos atlantistas, que son los que creen que hay que ser pro-español, pro-italiano, pro-europeo.”
–¿Cómo se entronca esa propensión de la gente hacia Brasil con la relación que se está manteniendo con Venezuela?
–El ciudadano común tiene buena actitud respecto de Venezuela –sostiene Zuleta–. La gente no compra para nada la teoría de que Chávez constituye el Eje del Mal, como sugiere Washington. Se asocia a Venezuela con negocios, oportunidades, complementación, gas, petróleo, y yo diría que a la gente le interesa la parte bolivariana de Chávez, la idea de una patria común latinoamericana. Eso seduce más que lo anti-Bush, la parte socialista o pro-cubana. Pero, insisto, no lo ven a Chávez como un tirano o un peligro. Ahora, en las encuestas, la relación fundamental que se quiere es con Brasil: el argentino promedio piensa que con Brasil nos desarrollamos juntos, crecemos juntos, vamos para adelante. Se perdió totalmente la idea de la Argentina Potencia. Sí nos vemos a nosotros mismos como motor, como impulsor de una alianza con Brasil que nos puede parar frente al mundo. En ese terreno, también se piensa que en materia de relaciones internacionales hay que ser pragmático, desprejuiciado, no casarse con nadie. Hay rechazo a los alineamientos automáticos, ni con Estados Unidos ni con países que estén enfrentados con Estados Unidos. Ese criterio también se ve en las encuestas hechas en Chile o Uruguay. Paralelamente, no se perciben temores por lo que podrían ser, por ejemplo, los enojos o las reacciones norteamericanas. La política exterior de Kirchner es de lo más valorado y por eso también el canciller RafaelBielsa siempre figuró bien en las encuestas. Hay un dato que es casi matemático. Cuando Kirchner se dedica a la interna del peronismo, baja cinco puntos en las encuestas. Cuando viaja al exterior, hace acuerdos, se lo ve activo en esa materia, sube cinco puntos en las encuestas.