Hugo Chávez puso las relaciones con el gobierno de Perú “en lo más profundo del refrigerador”. En su programa dominical, Aló Presidente, el mandatario subió nuevamente el tono a su enfrentamiento con Lima y demandó al presidente electo, Alan García, que le pida disculpas si quiere reanudar las relaciones bilaterales. Desde Perú, el líder aprista venía dando señales de conciliación, aunque lejos de esgrimir una disculpa. El cruce verbal entre García y Chávez alcanzó su máxima expresión durante el último tramo de la campaña peruana cuando intercambiaron insultos y acusaciones.

Hace más de un mes, Chávez, imitando la misma medida que su par peruano Alejandro Toledo había realizado sólo cuatro días antes, retiró a su embajador de Lima, manteniendo únicamente representación a nivel comercial. La tensión entre los dos mandatarios explotó luego de que el Ejecutivo venezolano apoyara abiertamente al candidato nacionalista a la presidencia, Ollanta Humala, y calificara a su rival, el actual presidente electo, de “ladrón de siete suelas”. García no se quedó atrás y le respondió tildándolo de “sinvergüenza” y de “tiranuelo del Caribe”. Esta “intromisión” venezolana fue repudiada por la sociedad peruana en general, e incluso por Ollanta que ya para el final de la campaña comenzó a intentar separarse de la imagen de Chávez. Toledo, que por su cercanía a Washington, nunca mantuvo una buena relación con el líder bolivariano, aprovechó para llevar el caso ante la OEA, que finalmente consideró que la supuesta “injerencia venezolana” era un “tema bilateral”.

Sorteada la OEA, Chávez continuó opinando sobre la campaña peruana y lo siguió haciendo ayer. “El señor Alan García fue electo presidente del Perú. Bueno, lo reconocemos sin duda, no lo aplaudimos”, afirmó en su programa, en el que también aprovechó para cuestionar los resultados de los comicios peruanos. “Humala perdió por 600 mil votos y resulta que hay más de un millón de votos nulos”, dijo Chávez, y agregó: “¿No les llamó la atención a los observadores internacionales?”.

El presidente venezolano aseguró que “la única manera en que Venezuela pudiera restituir las relaciones con el nuevo gobierno de Perú es que el señor presidente electo de Perú ofrezca la debida explicación y las disculpas al pueblo venezolano por las ofensas y los agravios”. Aunque García, ni ninguna figura de su entorno comentó todavía sobre un posible acercamiento con Caracas, desde la elección el líder aprista se ha mostrado más conciliador. Lejos de los discursos iracundos de la campaña, García le pidió a Chávez el jueves pasado que reconsidere su salida de la Comunidad Andiana de Naciones y dio “por terminado” el cruce verbal. Pero eso no parece haber sido suficiente para el venezolano que sigue demandándole una disculpa forma y pública.