La coalición Por el Bien de Todos, que postuló a Andrés Manuel López Obrador a las elecciones presidenciales mexicanas del 2 de julio pasado, perdió toda la confianza en el Instituto Federal Electoral (IFE). Por estos días, la coalición de centroizquierda elabora un paquete de denuncias judiciales contra todos los consejeros de ese organismo, ya que consideran que esos funcionarios incurrieron en actitudes dolosas e irresponsables al confundir y desvirtuar los resultados del proceso para elegir presidente de la República. Además, Jesús Ortega Martínez y Manuel Camacho Solís, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), acusaron al candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, de propiciar la violencia a través de una estrategia de miedo, porque con sus llamados a la paz divide y genera la idea de que los simpatizantes de López Obrador son violentos.

Ortega, coordinador de la campaña presidencial de López Obrador, fue quien recordó que el Consejo General del IFE reconoció que podría ser aceptable 3 por ciento de error en la captura de los datos y en su traslado del acta de casilla a la distrital. No obstante, el vocero del instituto, Hugo Concha, dijo que en 2873 casillas hubo error o dolo.

“Con falsedad, mintiendo flagrantemente, Rodrigo Morales, consejero del IFE, ha dicho a los medios de comunicación que se abrieron los paquetes de 2873 casillas, y que en la apertura de esos paquetes obtuvo la victoria Felipe Calderón. Si así fuese, no habría ninguna razón para negarse a que se abrieran, no 2873, sino todos.”

El senador perredista insistió en que el IFE “miente flagrantemente y está confundiendo a la opinión pública”, porque ha omitido la entrega de información a la coalición. En nombre de los tres partidos que respaldan a López Obrador, Ortega agregó: “En el caso de la mayoría de los integrantes del Consejo General, naturalmente que no les tenemos ninguna confianza, por el contrario, hemos señalado su actitud irresponsable y en algunos casos dolosa, y estamos viendo la posibilidad de acudir a la vía judicial correspondiente, porque algunos consejeros mintieron. Entonces, ésa es una consideración que estamos viendo, porque tenemos responsabilidad; ellos están sujetos a un régimen de responsabilidades cuando tienen omisión o cuando actúan ilegalmente y son varios casos de comportamiento del consejo en lo general, como institución, y algunos en particular como consejeros, en que actuaron dolosamente”.

Por otra parte, López Obrador informó que estudia enviar una carta a su rival Calderón para que acepte un recuento de todos los votos emitidos en la elección del 2 de julio. “A lo mejor le voy a mandar una carta”, dijo ayer en una entrevista con Monitor Radio el político izquierdista, quien ha impugnado la elección y la considera un “fraude”. Según López Obrador, “el negarse al recuento significa expresar que las cosas no están bien” y dejar viva “la duda de fraude”. Un nuevo escrutinio, voto por voto, está en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), máxima instancia jurisdiccional en materia de comicios en el país, que debe resolver antes del 31 de agosto las impugnaciones presentadas.

Por otra parte, Calderón, el virtual ganador de las elecciones, lanzó un plan para contraponer las movilizaciones de protesta organizadas por su adversario López Obrador y defender en las calles su triunfo. Bajo el título “Pinta a México de blanco”, la campaña incluiría la distribución de volantes, propaganda y mensajes en los medios de comunicación. “Nos queda claro que no tenemos por qué guardarnos ni por qué quedarnos encerrados en nuestras oficinas en este ambiente post-electoral. Queremos salir a decir nuestros argumentos”, dijo Arturo García Portillo, secretario de acción electoral del PAN. El perredista Ortega criticó los llamados del PAN a la paz ciudadana y acusó a Calderón de actuar con “poca ética, porque no hay violencia en las acciones que está realizando la coalición de centroizquierda; las hemos hecho pacíficamente, en el marco de la ley, en ejercicio de nuestras garantías y de nuestros derechos institucionales”. A su vez, el diputado Manuel Camacho advirtió: “Se está repitiendo la estrategia del miedo y yo quisiera que buscaran lo que dijo textualmente Calderón, quien hizo una declaración, ésa sí peligrosa e irresponsable, cuando dijo que los ciudadanos optaron por la paz y no por la violencia. Pretende que 15 millones que votaron por López Obrador son violentos, pero ignora que escogieron la vía democrática. ¿Cómo se atreve a decir esto después de una manifestación de un millón de personas totalmente pacífica? (...) Lo que están haciendo es repetir la estrategia del miedo; ellos fueron quienes la iniciaron y ahora nos quieren llamar violentos; nosotros no lo somos, estamos totalmente en favor de la paz y hemos actuado de manera pacífica”.

En otro orden, la coalición de centroizquierda presentó la tesis referente a que el gobierno federal utilizó el presupuesto de los programas sociales para favorecer e inducir el voto en favor del PAN. De esto se desprende que los ingresos adicionales del petróleo, que crecieron entre enero y mayo de este año en 17,3 por ciento en términos reales, fueron utilizados principalmente en apoyo del gasto social, como lo establecen el informe de la Secretaría de Hacienda, las finanzas públicas y la deuda pública a mayo de 2006. Otro argumento se refiere a que los padrones electorales no fueron protegidos como recomendaron las instituciones nacionales e internacionales. Por el contrario, un año antes de la elección los listados fueron entregados a la empresa Hildebrando, del cuñado del Calderón; y tampoco fueron acatadas las recomendaciones de los comités técnicos. Por lo tanto, la coalición Por el Bien de Todos indicó que “existen programas de desarrollo social que fueron diseñados y aplicados con objetivos electorales”.

* De La Jornada de México. Especial para Página/12.