Sábado, 22 de julio de 2006 | Hoy
Testimonios recogidos por una comisión parlamentaria desnudan el rol de la inteligencia italiana en la abducción de un imán egipcio asilado en Italia. Berlusconi también está en la mira.
Por Laura Lucchini *
Desde Milán
Nicoló Pollari, número uno de los Servicios italianos de Información y Seguridad Militar (Sismi), planificó y ordenó el secuestro del imán egipcio Hasan Mustafá Osama Nasr, Abu Omar. El imán Omar tenía asegurado un asilo político en Italia, pero era investigado por las autoridades italianas por vínculos terroristas. Fue capturado y arrojado dentro de una camioneta el 17 de febrero de 2003 mientras se dirigía hacia su mezquita de Milán. El egipcio fue llevado a una base aérea conjunta, italiana y norteamericana, en Aviano, al norte de Venecia, y luego fue trasladado a El Cairo en uno de los vuelos secretos de la CIA. Allí permanece desde entonces, en la prisión egipcia de Al Tora, donde según sus familiares sufrió graves torturas.
El general del servicio de espionaje militar italiano, Gustavo Pignero, hizo todo lo posible para exculpar a su jefe por el secuestro de Abu Omar, en colaboración con Washington. Pignero, quien padece una grave enfermedad, estaba dispuesto a sacrificarse por su jefe y cambió varias veces su versión de los hechos para no involucrar a su superior. Pero cuando el jueves los jueces de la Fiscalía de Milán le pidieron que comentara la enésima grabación, Pignero quedó en evidencia y acabó confesando: “Es verdad, la orden fue dada por Pollari, quien me dijo haber recibido una petición de Jeff Castelli (ex jefe de la CIA en Italia y quien actualmente ocupa un puesto en Estados Unidos)”, indicó.
El general Pignero fue arrestado el 5 de julio pasado junto con su superior Marco Mancini, director de operaciones y número dos en la jerarquía del Sismi. Fue el mismo Mancini quien entregó a la Fiscalía la grabación de la conversación, en la que Pignero confirmaba el papel fundamental de Pollari.
Ahora los jueces intentarán averiguar si también el gobierno de Silvio Berlusconi conocía y apoyaba las operaciones de la CIA en Italia. Según medios italianos, y dado el involucramiento de importantes agentes como Pollari y Pignero, es muy improbable que el gobierno no supiera lo que estaba pasando en relación con el caso Omar.
Además de responder por el secuestro, Pollari tendrá que comparecer ante la Comisión de Control del Sismi, por las mentiras que lleva contando desde hace días. El 15 de julio el número uno del Sismi fue interrogado por la fiscalía de Milán por el caso, ocasión en la que desmintió su involucramiento. Asimismo, el jueves pasado los fiscales de Milán Armando Spataro y Ferdinando Pomarici, volvieron a pedir la extradición de los 26 agentes de la CIA acusados de colaborar en el secuestro de Abu Omar. Sin embargo, el gobierno estadounidense ha rechazado repetidamente el pedido de extradición de sus agentes.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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