Miércoles, 26 de julio de 2006 | Hoy
Las páginas de Internet creadas por cientos de israelíes, palestinos y libaneses cuentan una historia más íntima que la difundida por los medios.
Cientos de libaneses, palestinos e israelíes encontraron en los blogs –páginas de Internet personales– una forma de contar al mundo cómo viven la guerra. Sin embargo, estos sitios se terminaron convirtiendo en algo mucho mayor. Muchos bloggers –las personas que crean los blogs– los utilizan para contar lo que los grandes medios de comunicación internacionales no quieren decir. Otros, seguramente sin haberlo previsto, construyeron foros, en los que personas de todo el mundo intercambian críticas, mensajes de solidaridad y experiencias personales. “¿Cuál es la diferencia entre el conflicto libanés-israelí de 1982 y el actual?,” se preguntó un libanés en un blog dedicado a la situación en Medio Oriente. “Esta vez el mundo podrá saber lo que estamos viviendo,” respondió.
Los blogs han conseguido lo que la diplomacia no pudo: que las dos partes dialoguen. Casi contradiciendo la lógica nacionalista que motoriza la ofensiva israelí, Shachar, que se identificó como un soldado israelí designado a la frontera en The Lebaneses Bloggers, se solidarizó con los civiles libaneses. “Les envío mis mejores deseos desde aquí y espero que ustedes y sus familias sean fuertes,” publicó en el blog. En el mismo foro, un blogger libanés, Suha, pedía que cesaran las víctimas en la ciudad israelí de Haifa. “Los libaneses están cansados de este conflicto, tan cansados como los israelíes”, agregaba. Aunque estas declaraciones no son mayoritarias en los foros israelíes o libaneses, sí permiten conocer la otra cara de estas dos sociedades, que distan mucho de lo que muestran los medios de comunicación –empeñados en limitar el conflicto a las posiciones de Hezbolá y de la derecha expansionista israelí–.
A muchos, los blogs les permiten mantener un vínculo con el mundo, en un momento en que la sensación de aislamiento es cada vez mayor. En lebanonheart blogs.blogspot.com, un libanés explicó su necesidad de seguir escribiendo, más allá de quién lo lea. “Estoy empezando a sentirme cansado. Sin embargo, todavía creo que escribir sirve de algo... Generalmente, las personas gritan durante la primera y la segunda semana del conflicto. Después, comienzan a hablar sobre ello; después a susurrar. Unas semanas más tarde, el silencio prevalece. Espero que podamos seguir gritando; si sirve para algo o no no es importante. Gritar es para nosotros un remedio contra la insensibilidad que podría adueñarse de nuestras mentes y nuestras emociones, actualmente muy expuestas a imágenes sonidos, gritos y opiniones”, relató el libanés, que prefiere no publicar su nombre.
Algo similar pensó un israelí al crear el blog Life from an Israeli Bunker (vida desde un bunker israelí). El joven se dedicó a relatar cómo todos los días debe refugiarse ante los incesantes bombardeos a su ciudad, Haifa. Allí, junto a unas 20 personas, pasa cada vez más tiempo evitando los katyushas lanzados por Hezbolá. En la crónica del día de ayer, describió una de las tantas escenas “surreales” de estos últimos días. Luego de las sirenas de la mañana, todos han vuelto al bunker. No hay nada para hacer, excepto escuchar la radio. Suena una canción de Marilyn Monroe y la gente comienza tímidamente a bailar y cantar. En ese mismo momento, dos cohetes son lanzados desde el Líbano y poco después caen cerca del refugio. La canción se interrumpe y el locutor anuncia: “Dos cohetes cayeron en espacios abiertos, sin víctimas. Pasaremos una o dos canciones y después, Dios quiera, los liberaremos. Manténganse a salvo”.
Por primera vez, las víctimas de una guerra pueden contar sus propias historias, sin tener que someterse a las miradas de los medios de comunicación. Los bloggers no hablan de resoluciones de Naciones Unidas ni discuten los resultados de las negociaciones entre las potencias. Cuentan cómo se destruyeron sus casas o cómo intentan superar el dilema entre el miedo y los deseos de huir, y el amor a su país y sus compatriotas. “Fue realmente una noche muy dura. ¿Qué puedo contarles? Aquello que no van a saber y aquello que les será ocultado”, comienza una de sus crónicas Rasha, una libanesa que lleva un diario en www.bonk.com.ar/tp.
Informe: Laura Carpineta.
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