Sin soluciones a la vista, el conflicto entre el Frente Gremial Docente y el gobierno de Córdoba se agudiza. Mientras unos doscientos maestros cordobeses viajaron hasta la Capital Federal para denunciar a la administración delasotista ante la Organización Internacional del Trabajo por “extorsión”, el gobernador y sus funcionarios respondieron que “de seguir con los paros se podría perder el año lectivo”. Como lo que piden los educadores está lejos de lo que ofrece el Gobierno, el gremio analiza otra medida de fuerza por cuarenta y ocho horas, que se sumaría a los once días sin clase en lo que va del año.

Bien lejos de un diálogo con el gobierno provincial, los maestros cordobeses hicieron oír sus reclamos frente a la Casa de la Provincia de Córdoba. Pero además de marchar por las calles de la capital, el objetivo es presentar hoy ante la OIT una denuncia por “extorsión por parte del gobierno provincial”. La medida se explica porque uno de los puntos de la última oferta salarial elevada por el gobierno, ofrece un premio de cien pesos al final del año a los maestros que no hagan paro. “No sólo no quieren pagarnos lo que nos merecemos, sino que encima pretenden que renunciemos a nuestro derecho de huelga. Por eso decimos que la propuesta es ilegal e inconstitucional”, dijo Carmen Nebreda, titular de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), quien confirmó una asamblea provincial para el martes que viene en la cual se podría decretar otra medida de fuerza por cuarenta y ocho horas.

“Nosotros reclamamos el cumplimiento de las actas-acuerdo que firmamos el año pasado, pedimos un aumento salarial del diecinueve por ciento y que esto se blanquee en nuestro recibo de sueldo”, dijo Nebreda a este diario.

A ese pedido, el gobierno contraofertó un aumento de cincuenta pesos remunerativos, que en mano de los docentes son 35, ochenta pesos no remunerativos y un premio de cien pesos al final del año junto al aguinaldo a todo aquel docente que no haga paros, motivo que desencadenó la furia de los maestros y que explica su presentación de hoy ante la OIT. Marcelo Falo, secretario de Información Pública del gobierno y encargado de llevar adelante las negociaciones salariales, le dijo a Página/12 que “este aumento se suma a uno del cincuenta por ciento que hicimos en agosto de 2005, así que la actitud del gremio es irresponsable”. Y justificó lo del premio como “un adicional por la presencia en las aulas”.

Por su parte, el ministro de Educación provincial, Eduardo Mundet, advirtió que “lo que se pide está lejos de lo que se ofrece” y que de seguir así las cosas “se corre el riesgo de perder el año lectivo”. Como una de las posibles soluciones, Mundet deslizó la idea de “tomar clases los días feriados, algo que debería ser discutido con el resto de la comunidad educativa”. Mucho menos conciliador se mostró el gobernador De la Sota, quien dijo que “el que no trabaja, no cobra. Los días de clase no se recuperan nunca, ya están perdidos, por lo tanto no se pueden pagar”.

Aunque el problema es grave y amenaza con profundizarse en el corto tiempo con más paros, una fuente off the record le dijo a este diario que “el gobierno les pidió a los gremialistas que dejen de pedir aumentos ahora, ya que se los van a dar el año que viene, que es un año electoral”. Desde la Nación todavía no dijeron cómo van a exigir que se cumpla con la ley de 180 días de clases.