Martes, 3 de octubre de 2006 | Hoy
Duarte Frutos no renovará una inmunidad dada el año pasado. El cambio tendría motivos tanto económicos como electorales.
Por María Laura Carpineta
Paraguay decidió ayer dar marcha atrás a una de sus políticas más polémicas. El canciller Rubén Ramírez anunció que, a partir del año próximo, los soldados estadounidenses que entrenen en el país sudamericano no gozarán de inmunidad total. El año pasado, el gobierno de Nicanor Duarte Frutos accedió al pedido de Estados Unidos y permitió la entrada de 400 soldados con inmunidad total para ejercicios militares, entrenamiento a pares paraguayos y tareas humanitarias. Ayer, sin embargo, el mismo gobierno repensó esta decisión. “Apreciamos la cooperación de los Estados Unidos, pero no nos es posible conceder ese tipo de inmunidad en el marco de la convención de Viena, que es para funcionarios diplomáticos y administrativos”, explicó el canciller, utilizando los mismos argumentos que sus detractores esgrimieron el año pasado.
Una reinterpretación jurídica. Esa fue la respuesta que le dio el gobierno paraguayo a los medios locales. Sin embargo, esta explicación no da cuenta del importante giro político que ha decidido dar el presidente y, principalmente, no da cuenta de por qué lo ha hecho. Ante este vacío, las interpretaciones no tardaron en aparecer. Uno de los motivos sería un intento de acercarse a la región. La decisión de Asunción de otorgar inmunidad total a los soldados estadounidenses había sido mal vista por países como Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, cuyos gobiernos mantienen una retórica fuertemente antiimperialista. Pero más allá del discurso, la principal preocupación de la región era que la inmunidad fuera sólo el principio de una presencia militar permanente de Washington, lo que fue desmentido varias veces.
Además de mejorar las relaciones con los vecinos, el gobierno paraguayo también habría tenido un motivo económico. Mientras Brasil se ha comprometido a ayudar en el gasto social y Venezuela ha acordado proveer petróleo, Estados Unidos no le ha ofrecido ninguna ayuda económica, en recompensa por la estrecha cooperación militar que mantiene. Como explicó el ex canciller paraguayo Diógenes Martínez a Página/12: “El beneficio de la cooperación militar es ínfimo. Causa desagrado a la clase política de aquí y de la región”. Hasta ahí los motivos diplomáticos.
Al interior de Paraguay, la decisión de Duarte no sólo sorprendió por el giro que representa en su política exterior, sino por la forma en que se anunció. El canciller Ramírez explicó que su antecesora Leila Rachid le había informado del cambio al subsecretario estadounidense de Asuntos Latinoamericanos, Thomas Shannon, en agosto pasado. Según publicó ayer el diario paraguayo Ultima Hora, Washington habría determinado que sin inmunidad no habrá cooperación militar.
Pero, ¿por qué el anuncio llegó después de dos meses de silencio? Para Martínez, la respuesta se encuentra en la interna electoral del gobierno. “Las relaciones entre Duarte y (el vicepresidente, Luis) Castiglioni están cada vez más tensas”, comenzó a explicar el ex canciller. En las últimas semanas, Asunción ha vivido un clima electoral anticipado. El presidente Duarte ya comenzó una campaña pública para asegurarse su reelección en 2008, aunque la Constitución no se lo permite. Mientras todo el gobierno trabaja para conseguir apoyo para una reforma o una enmienda constitucional, Castiglioni –el único con capacidad de desplazar a Duarte– ya se ha desmarcado de esta iniciativa. El jueves pasado, presidente y vice tuvieron una fuerte pelea a puertas cerradas. Para Martínez, el anuncio de ayer buscó golpear al principal aliado de Estados Unidos en el gobierno paraguayo, Castiglioni. El objetivo: demostrar quién es el jefe.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.