El presupuesto educativo nacional crecerá un 29 por ciento en el 2007, según el proyecto elevado por el Poder Ejecutivo al Congreso. En comparación con las demás áreas de la educación, las universidades nacionales resultarán ligeramente relegadas, detrás del sector científico y de la educación básica, continuando una tendencia de los últimos años.

Justamente es en las casas de estudios superiores donde el aumento de fondos propuesto generó mayor disconformidad: rectores y gremios docentes se apuraron a plantear que son insuficientes los 4300 millones de pesos previstos para las universidades, y que sólo alcanzarían para afrontar las mejoras salariales ya otorgadas este año. Respondió el subsecretario de Políticas Universitarias, Horacio Fazio: “El presupuesto universitario es record en términos reales. Por primera vez en 11 años aumentó por encima de la inflación”.

Un informe preparado por el Ministerio de Educación destaca la evolución presupuestaria de la cartera en los últimos cinco años y la prevista para los próximos, gracias a la Ley de Financiamiento Educativo. En el 2002, las partidas dirigidas a la educación básica (no el sustento de las escuelas y maestros, dependiente de los presupuestos provinciales desde la descentralización operada en los ’90), el funcionamiento de las universidades, y las actividades y organismos de ciencia y tecnología (Conicet incluido) eran financiados por el ministerio con 2489 millones de pesos. Para el año que viene, la cifra treparía a 8562 millones, es decir, un 244 por ciento más.

Desagregado por áreas, el mayor incremento en los últimos años (2002-2007) le corresponde a la educación básica, en parte por incidencia del Fonid y ahora por la Ley de Financiamiento. De aprobarse el proyecto oficial de ley presupuestaria, el área recibirá una mejora del 671,9 por ciento (pasando de 442 millones a 3412). El mismo cálculo indica que Ciencia y Tecnología tendrá un aumento del 271 por ciento (de 223 millones a 828). Desde esa perspectiva, las universidades son las más demoradas. En el 2002, el Estado las financiaba con 1824 millones y, para el 2007, pretende financiarlas con 4322 millones: un 136,9 por ciento más.

La tendencia se mantendría entre este año y el próximo, cuando el aumento global para Educación rondará el 29,29 por ciento. El sector científico mejorará un 34,4 por ciento y la educación básica, un 30,42. Por debajo del promedio, el aumento para la universidad pública será de 27,49 puntos porcentuales respecto de este año.

“En realidad, no habrá un aumento del presupuesto universitario”, dijo a Página/12 el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Germán Arias. “Los 900 millones que se agregarán en el 2007 van a servir para pagar los aumentos salariales ya otorgados durante el año. Una vez más, van a quedar desfasados los gastos de funcionamiento. Prácticamente van a disminuir los fondos para mantenimiento, inversión en ciencia y tecnología, funcionamiento de los hospitales universitarios, las actividades de extensión. Ni siquiera se está atendiendo el crecimiento vegetativo.” La postura del CIN quedó expresada en un acuerdo plenario donde los rectores universitarios le solicitan al Gobierno un incremento cercano a 500 millones de pesos. A su vez, gran parte de los docentes universitarios consideran insuficientes los aumentos salariales concedidos (este año fue del 19%) y rechazan la demora oficial en cumplir con el compromiso de blanquear todos los adicionales “en negro”. La Conadu Histórica y otros gremios de base convocaron a un paro el jueves y el viernes próximos (en algunas universidades, como en la UBA, tendrá carácter activo). Y también la Conadu –otro de los sindicatos nacionales–- amenaza con tomar una medida de fuerza si esta semana no los conforma una propuesta del ministerio.

“Proporcionalmente, los sueldos universitarios aumentaron por sobre la inflación”, respondió el subsecretario de Políticas Universitarias, que ratificó la intención oficial de blanquear todos los adicionales para marzo. Fazio recordó que las universidades reciben fondos para infraestructura (aparte de los aportados por Educación), y reconoció que las partidas para gastos se han mantenido constantes: “Pero no hay que olvidar que hace pocas semanas se consiguió una partida de 140 millones para funcionamiento de las universidades. El ministro Daniel Filmus está gestionando que esos fondos queden incorporados en el presupuesto”.